Pastoras y zagales con la Virgen del Rosario al Otero de Valderas

En la localidad valderense celebraron este viernes la tradicional romería en la que intercambian las imágenes de la Virgen del Rosario y la Pastorcica

T.G.
04/05/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Pequeños zagales y pastoras este viernes ante la Virgen del Rosario en el Otero. | T.G.
Pequeños zagales y pastoras este viernes ante la Virgen del Rosario en el Otero. | T.G.
Llega mayo y con ello arrancan las romerías en Valderas. Este viernes tocaba la de Santa Cruz, un día festivo en la localidad valderense y de larga tradición que congrega a los vecinos de la localidad junto a la ermita del Otero, a las afueras del pueblo, en una jornada que arrancó con la salida de los romeros del centro del pueblo. Desde la iglesia de Santa María del Azogue partieron con la Santa Cruz y con la Virgen del Rosario sobre tractores preparados para la ocasión para dirigirse hasta la ermita. Fueron muchos los que quisieron hacerlo como lo hacían antaño, con los trajes típicos de la zona con sus faldas, sus dengues y vistosas blusas y sus mandiles de fiesta y mantones.

Lo hicieron algunos más que años anteriores en un intento de laCofradía de Nuestra Señora de Otero encargada de esta fiesta por recuperar que los vecinos de Valderas asistan a la fiesta con la indumentaria tradicional, recuperando así que los hombres lo hagan con capas como lo hicieron ya sus abuelos y dando a la fiesta ese aire de antaño que la hace tan especial.

De pastoras y zagales iban también los más pequeños, la cantera de las tradiciones de la localidad que, como esta, hablan de la importante actividad del pastoreo en la zona hace ya décadas. Y es que esta fiesta es considerada la de los pastores. Estos pasaban por una cañada cercana a la ermita del Otero y aprovechaban un alto en el camino para descansar y ofrecer flores a la Pastorcica, la Virgen titular de este templo. Es esta talla con la que este viernes volvieron al pueblo los romeros de Valderas tras dejar en la ermita la Virgen del Rosario, intercambiando así las imágenes que no devolverán a la hornacina propia de cada una hasta el Lunes de Pentecostés en otra romería que recibe el nombre del Pan y el Queso. Ambas fiestas están declaradas en su conjunto de Interés Turístico Provincial por la Diputación de León.

Pero primero tocó disfrutar de la subida al Otero y de una jornada de convivencia en la que no faltaron las típicas avellanas ni la procesión que realizan con la Santa Cruz y la Virgen del Rosario alrededor de la ermita antes de que se celebre la Eucaristía. Allí quedó la Virgen del Rosario "de visita" y antes de volver a casa dejaron a La Pastorcia en la iglesia de Santa María del Azogue. En el Otero quedó también el recuerdo de un día festivo que al caer en viernes animó a muchos a disfrutar de la jornada a la espera de repetirla para el próximo 10 de mayo cuando devolverán a cada Virgen a su altar.
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