Paso a los caballeros

La Feria de San Juan arranca este sábado, con Fandiño en el recuerdo, con una corrida de rejones que propicia el regreso a León de Pablo Hermoso de Mendoza junto a Manuel Manzanares y Joâo Moura ‘hijo’

Fulgencio Fernández
24/06/2017
 Actualizado a 18/09/2019
Pablo Hermoso de Mendoza (en la foto en una actuación anterior en la plaza leonesa) es el gran atractivo de esta primera cita de la feria. | MAURICIO PEÑA
Pablo Hermoso de Mendoza (en la foto en una actuación anterior en la plaza leonesa) es el gran atractivo de esta primera cita de la feria. | MAURICIO PEÑA
Caon una mirada al cielo, con un recuerdo para Iván Fandiño, empezará esta tarde (a las 18 horas) la primera de las corridas de la feria de San Juan 2017, la de los caballeros, con tres toreros a lomos de alguno de sus impresionantes caballos: Pablo Hermoso de Mendoza, Manolo Manzanares y Joâo Moura ‘hijo’. Los toros serán de la ganadería de Ruferser de Peñaranda.

Veinticuatro horas después llegará la segunda, esta vez a pie, con la despedida de la afición leonesa y de su coso de Francisco Rivera ‘Paquirri’, su hermano Cayetano Ordóñez y uno de los más pujantes toreros de la actualidad, Alberto López Simón, el primero del escalafón de la temporada 2016.

Abre pues la feria la corrida que vive a medio camino entre los toros y la impresionante planta de los caballos que ‘manejan’ los rejoneadores anunciados. Es la tarde en la que se concentran muchos curiosos a la entrada de la plaza para ver “de cerca” a esos caballos, algunos de ellos tan famosos como los toreros que los montan. En ese apartado destaca el primero de los que hace el paseíllo esta tarde: Pablo Hermoso de Mendoza, nombre que va unido a un buen número de nombres que conocen los aficionados e, incluso, los no tanto. Han hecho historia caballos como Chenel, al que muchos consideran el mejor caballo de banderillas de la historia; Curro, al que le correspondía el riesgo de recibir al toro en su salida; Silveti, especialista en ‘plantar cara’; y Zapata, Rondeño, Caviar, Van Gogh, Viti o Manolete, nombres que ya son un editorial. Les han sucedido Ágora, Góngora, Napoleón, Baco, Dalí, Donatello, Pirata… Algunos de ellos estarán esta tarde en la plaza leonesa, en la que siempre ha sido un habitual y a la que regresa tras un año de ausencia.

La comunión caballo/caballero es fundamental para Hermoso de Mendoza, quien afirma que “Para un rejoneador, el elemento fundamental es el caballo. Entre ambos se forma un binomio con una comunión tan especial que les permite enfrentar al toro y cumplimentar las variadas suertes que caracterizan al llamado arte de Marialva. Lograrlo no es un hecho fortuito, se trata del fruto de un duro trabajo que no conoce descansos ni vacaciones. Monto en casa todos los días que no toreo, en agotadoras jornadas que terminan bien avanzada la noche”.

Y el navarro, tercer rejoneador en recibir la Medalla de las Bellas Artes (tras Álvaro Domecq y Ángel Peralta) siempre repite cuando le preguntan por el secreto de su éxito: “Soy un eterno insatisfecho, siempre hay algo que creo que se podía haber hecho mejor”.

A ambos lados del Hermoso de Mendoza, con ganas de mojarle la oreja en la arena, dos integrantes de una saga de toreros: Manzanares y Moura.

El apellido de los Manzanares lo defenderá Manolo, el primero que decidió subirse al caballo después de que fueran maestros a pie su padre José María y su hermano José Mari. Se ha consolidado como uno de los clásicos del arte, estando presente en la mayoría de las ferias que apuestan por los rejones.

Y Joâo Moura llegó a España por una parte con el pedigrí de reverdecer la espectacular irrupción que protagonizó su padre ya hace décadas y con la carga que supone en el arte del rejoneo llevar ese apellido.

El portugués se ha sabido ganar un sitio y demostrar su propia person alidad, con algún inevitable aroma de la casa.

A ellos tres les corresponde defender en la plaza de León el pabellón del arte del rejoneo.
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