30/11/2017
 Actualizado a 13/09/2019
Guardar
Si no lo haces con pasión, déjalo. Recuerdo solo su nombre, Rafael. De manera ocasional, regresa a mí su imagen. Hizo que tomara interés en lo que no despertaba mis anhelos. Tenía yo dieciséis años y él pocos más. Consiguió atraparnos en las redes de la lingüística a todos los quinceañeros que superpoblábamos las aulas del viejo instituto. Él nos trasmitió conocimientos, pero sobre todo nos trasmitió pasión por lo que hacía, insufló en todos aires de libertad y pensamiento crítico, cuando todo a nuestro alrededor era dogmatismo y credo. El viejo dictador aun boqueaba cual piltrafa, escondido en habitación inmunda a la espera de una muerte digna, cuando él, Don Rafael, nos hizo entender a través de una canción en un idioma para nosotros desconocido, el valenciano, que ‘el viento’ podía borrar de golpe todo el hedor putrefacto que oprimía a quienes soñábamos con un mundo diferente, en el que cada día hubiera que luchar por conseguir nuevas metas, trabajar duro, pero siendo libres. Todos fuimos atrapados por aquel profesor que ponía auténtica pasión en sus enseñanzas, que no era un mero trasmisor de datos, que entendía que la vida, en cada momento, hay que exprimirla y saborearla, aunque ello exija mucho esfuerzo por nuestra parte. Siempre necesitas a tu lado a personas como él, más aun cuando eres joven y los sueños pueblan tu mañana, es entonces cuando gente como Don Rafael son imprescindibles. Uso ahora con él el tratamiento que nunca exigía en el aula, por creer que el Don no se regalaba, había que hacerse merecedor al mismo. Él se lo ganó con creces frente a tantos otros que han pasado por mi vida académica y que sí exigían ese trato y al que no se hicieron acreedores. Nunca más he vuelto a saber de él, más allá de que es un poeta reconocido a orillas del Mediterráneo, donde volvió para disfrutar de esa luz especial que él tanto necesitaba, dejándonos a nosotros ensombrecidos por su marcha pero esperanzados en un futuro libre en el que el reencuentro fuera posible.
Lo más leído