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Paseos Sánchez

31/10/2019
 Actualizado a 31/10/2019
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¡Pero qué guapo es Pedro! Siguen diciendo al paso del socialista que ha sido más tiempo candidato que presidenteUno también se acostumbra a lo bello y la belleza por sí sola termina aburriendo, pero aun le aguanta el tirón a Pedro Sánchez en la enésima campaña electoral de sus liderazgos del PSOE. En su socialismo vacuo y líquido. Sánchez ya se sabía guapo y ahora también se tiene por poderoso. Así caminaba en su penúltimo paseo de precampaña por Palencia el martes. Con el paso firme, como recién bajado del Falcon, como quien acaba de exhumar la Historia. Dejándose querer por militantes vestidos de ciudadanos que salen a hacer la compra o a pasear al perro. Se entretiene con naturalidad forzada a comprar castañas. «Que eso queda cercano, le habría susurrado Iván Redondo, «no recuerdo fotos de presidentes con castañeras, Pedro, estamos haciendo historia». Sánchez compra castañas un día de otoño sin frío en Palencia, metáfora misma del sanchismo.

«Las encuestas no dan votos» declama un par de horas más tarde que del CIS del poli bueno Tezanos y un día antes de volver a incluir la plurinacionalidad como federalismo hueco. En una plaza de San Francisco abarrotada donde el líder de diseño se funde con esa muchedumbre que ‘Ahora sí’. Éxtasis plástico, armonía electoralista de este otro PSOE que es solo Pedro, que es solo nada.

No volverá por Castilla y León durante la campaña. Ya nos ha visitado suficiente para intentar mantener las amargas victorias de los de Tudanca. La anterior semana dio una vuelta por Salamanca. Un día antes de pasear la momia y unas horas después de otro garbeo por Segovia. Y como no había castañera, o no se cruzó con ella, visitó la casa de Unamuno. Por eso de la película de Amenábar, que confesó no haber visto aunque tenía ganas. Esta noche ya es campaña. ¡Pero qué guapo es Pedro! La belleza es efímera. El poder también pasa.
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