Pasado y futuro

Los caprichos de la vida hacen que las cosas cambien para bien o para mal. Y lo que en el pasado algunas cosas eran malas y sin perspectivas de futuro, en el futuro se convierten en buenas y con perspectivas de mejora.

Para muestra, el ejemplo de una de las empresas emblemáticas de León, la conocida por todos y no es otra que Antibióticos. Una empresa por la que nadie daba un euro, abocada a su desaparición en el pasado, y un año después estamos hablando de esperanza y futuro. Incluso atreviéndose con el desarrollo de nuevos productos fuera aparte del antibiótico, como es su apuesta también por la producción de Omega 3. Sellando acuerdos de venta de su nuevo producto con empresas como Neol Bio.

Está claro que la gestión de unos directivos puede mandar a la quiebra a una empresa, y en tan solo un año después, otras personas con capacidad humana y directiva, son capaces no solo de reflotar la misma empresa, sino de ampliar horizontes y nuevos campos de producción. Esa es la diferencia, las personas encargadas de dirigir una empresa, los responsables de la pervivencia o la muerte de una empresa.

Por el mismo trance está pasando otra empresa emblemática de León, sí amigos, la empresa Everest. El pasado de Everest pues todos lo conocemos una de las grandes, el presente la más profunda de sus crisis, y el futuro pues incierto, pero a juzgar por lo que estamos viendo, con visos de desaparecer.

Cabe preguntarse si no hay directivos que estaban mejor en sus casas que jugando con el futuro de las personas, cerrando las puertas de generaciones futuras. Creo que además de la incapacidad de muchos directivos para dirigir empresas, hay que reseñar su falta de ética.