Así, recordando los oficios que emplearon a generaciones enteras y hoy se ven amenazados por el progreso tecnológico, responsables políticos de todo el Bierzo volvieron a dejar patente la necesidad de hacer atractivo el medio rural para las empresas y buscar su instalación en estas zonas.
Lo que sí se instaló en Páramo fue casi una treintena de puestos de artesanos de todo el norte de España; desde alfareros a ebanistas o filanderas, un regreso al pasado del municipio y de toda la comarca que hizo las delicias de los millares de personas que desfilaron por el mercado durante toda la jornada.
En la carpa instalada en la plaza, se elaboraron en directo originales piezas de madera; madreñeiros, puestos de miel o artesanía local y se exhibieron en el mercadillo productos cultivados en las propias huertas bercianas.
En esta fiesta, declarada ya de Interés Turístico Provincial, contó con un amplio programa de actividades de ocio y lúdicas. La apertura del molino y de la recreación de la galería minera volvieron a reclamar la atención de decenas de visitantes y puso en valor las recetas tradicionales, los cultivos locales y el patrimonio rural en general.
La inauguración contó con la presencia de la consejera de Economía y Hacienda de la Junta, Pilar del Olmo, que ejerció de mantenedora y resaltó la importancia de fiestas como esta que combinan las tradiciones y que suponen «una exaltación de la artesanía, de los productos endógenos y del turismo» que ayuda al mantenimiento de la población en las zonas rurales.
También estuvieron presentes el presidente del Consejo Comarcal, Gerardo Courel, la alcaldesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo, y representantes de todos los municipios del Bierzo, que no se quisieron perder una cita consolidada ya en el calendario que sigue creciendo año tras año y que según recordó el alcalde del municipio, Ángel Calvo,hace que el pueblo «se quede pequeño».
Un magosto a lo grande
Pese a la mala campaña que ha vivido también este año la castaña, en Páramo del Sil se hizo un esfuerzo para que el magosto estuviera a la altura de una iniciativa declarada de Interés Turístico Provincial.
Así, el olor a castaña asada no se fue del municipio berciano, donde se asaron más de 1.000 kilos de castañas.
En los puestos, la castaña parede del Bierzo, la típica en la comarca, fue la gran protagonista en los puestos del mercado, donde muchas personas buscaron materia prima de cara a la celebración de magostos con familia y amigos.