28/12/2016
 Actualizado a 11/09/2019
Guardar
Enseña el mataburros que ‘paradoja’ es, en su segundo significado, «hecho o expresión aparentemente contrarios ala lógica». No discutiré yo tan limpia, fija y esplendorosa acepción, aunque no por ello deje de preguntarme a qué lógica se referirían en su día –y hasta hoy si es que han vuelto sobre el asunto– los, sin ninguna duda, sabios académicos al concebir o atribuir tal significado al término, pues en ninguna de las que cita en la entrada (lógica borrosa o difusa, lógica formal o matemática, lógica natural y lógica parda) podría encontrar yo amparo alguno para las paradojas que he observado estos días. A no ser, claro está, que vendimiase de mala viña una lógica capitalista y una lógica navideña –y bien saben los dioses del Sol Invicto al aquí recién celebrado que carece mi intención de acidez alguna–. Tan es así que cavilo si no debiera completarse el significado de paradoja con «o producidos por el azar». Digo lo anterior por dos cosas que han sucedido, una, este pasado día de Navidad y, otra, la madrugada del pasado lunes.

La primera fue la mediodía del domingo. Escuchaba por la radio la adaptación del Cuento de Navidad, de Charles Dickens, realizada por Eduardo Mendoza y, a la par, ojeaba la prensa digital nacional, cuando, ¡zas!, la paradoja se presentó ante mí con todo descaro. No iba el cuento más allá del único gesto de aparente generosidad del viejo y avaro Scrooge consistente en darle a su esclavizado y malpagado empleado Bob Cratchit el día de Navidad libre, y no por amabilidad, sino por simple obligación social, cuando leo que el que fuera productor de la ocurrencia de que «el trabajador debería pagar 45 días por año a la empresa que lo despide», continúa con sus ocurrencias –ahora más exculpatorias que de liderazgo patronal–, al justificar el concurso de acreedores de su empresa en «las tensiones laborales y el absentismo laboral» según un informe del administrador concursal. Menos mal que ya no tiene mando «aparente» en Ciudadanos, si no igual llegábamos a ver un nuevo estatuto del esclavo. ¿Sería una paradoja informativa: la radio en sus enseñanzas, la prensa en la lamentable y perversa realidad? La segunda bien podría calificarla de histórica, evolutiva o deshumanizada. Mientras se celebra el nacimiento de Jesús de Nazaret en Belén, en una cuadra; en la moderna versión de aquella, una cochera, mueren asfixiados tres jóvenes inmigrantes.

¿Será que con tanta celebración el azar campa a sus anchas?, ¿o serán la desvergüenza y la injusticia?
Lo más leído