Para siempre en su equipo

30/11/2022
 Actualizado a 30/11/2022
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Cuenta que comenzó a interesarse por el fútbol cuando su marido estaba enfermo. Él se apoyaba en sus brazos sobre la mesa –como tantas veces lo había hecho para dormir la siesta en medio de la sobremesa– y ella le iba narrando las jugadas para despertar su atención. Los de un equipo y los del otro, este número o aquel, ahora ha tirado a puerta o la ha sacado fuera.

Él ya no está, pero ella le ‘cogió afición’ y sigue con esa costumbre de ver algún que otro partido en televisión. A veces lo hace sola y otras veces acompañada de los hinchas de su familia. Los hay atléticos, algún que otro culé y hasta unos cuantos forofos del Betis. En la variedad está el gusto y por el sofá del salón, frente a la chimenea, pasan hijos y nietos interesados en el ‘deporte rey’ dependiendo de qué equipo aparece en la pantalla.

Pero estos días toca Mundial. Nació diez años antes de que se celebrara la primera Copa del Mundo y ahora vive la vigésimo segunda edición sin perderse ningún enfrentamiento desde su casa del pueblo junto a una hoja recortada del periódico en la que apunta todos los resultados. Dice que el cine ya no le gusta y que los informativos le ponen de mal humor, por lo que abonarse a todo el fútbol ha sido la mejor decisión y tener un Mundial en pleno invierno una suerte para estar más entretenida. Ahora no hace para salir a dar un paseo hasta el árbol que está en la mitad del camino hacia el cementerio ni para disfrutar de las flores en el patio.

Sin embargo, por mucho que ofrezca el fútbol estos días, no hay partido que supere una buena charla y mejor compañía. Su plantilla de nietas, nietos y bisnietos es más numerosa que la de la Selección Española y a ella no se le pasa ni un examen, tampoco un cambio de trabajo o el interés por cómo se lleva la vida lejos de casa, bien sea en Shanghái, Madrid o en León. La conversación sigue intacta, el agradecimiento es siempre emocionado y los lamentos no existen, salvo que te niegues a comer una pasta, o dos, o tres.

La victoria aquí está clara y con ella todas las competiciones del mundo ya están ganadas.
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