¿Para qué pensar en León?

Supongo que a estas alturas queden pocos idealistas que crean que de verdad todas las decisiones trascendentales a nivel nacional no se toman pensando sólo en las grandes poblaciones. Ni que es allí, a Madrid, donde se deciden los designios del partido y sus ‘ascensos’, a donde miran los representantes de los grandes partidos supuestamente elegidos cada cuatro años para defender a León.

Pero bueno, por si acaso, esta última semana nos han vuelto a dar otra muestra de ello. Ya ni siquiera voy a entrar en el hecho en sí de pagar por usar las carreteras, que a mí me parece una barbaridad, sino en las excusas dadas que demuestran hasta qué punto se desconoce lo que hay fuera de esas grandes urbes.

Las mayores barbaridades fueron las del director de la DGT con el de «la pobre abuelita que no tiene ni coche está pagando la conservación y el mantenimiento de las carreteras», por aquello de abrir ese melón tan peligroso de no pagar con nuestros impuestos aquello que cada uno no usa; o el de «usted, cuando va en tren, no va gratis», como si la locomotora fuera tuya o no pagaras ya de por sí impuestos por tener tu coche.

Sin embargo, los peores eranaquellos que apuntaban que era una manera justa de incentivar el transporte público y sostenible que todos podemos usar. Porque claro, de cualquier punto de Madrid o Barcelona a una de sus localidades cercanas podrás hacerlo sin variar en exceso el tiempo de duración, pero les deseo buena suerte para moverse por diferentes puntos de la provincia de León usando el bus o el tren. La van a necesitar.

Una medida claramente perjudicial para una provincia como León que no encontrará ni un solo reproche de los representantes leoneses del partido que lo promueve, para sorpresa de nadie pues sería la primera vez en la que pondrían por encima la defensa de León de la de su partido, algo en lo que ya podían copiar de José Antonio Díez tenga luego razón o no el alcalde en todos los ‘jardines’ en los que entra.

Claro, que los de enfrente hubieran hecho lo mismo, como demuestra su cómplice silencio con esa invasión de molinos que amenaza a toda la montaña leonesa. Como si a ellos les importara...