Para la Federación Autonómica de Caza de Castilla y León la decisión del TS "afecta a todo el mundo de la caza, aunque se dirimiera en Castilla y León", como apunta su delegado en León, Miguel Fierro Casado. La Federación fue "de parte con la administración» y muestra su satisfacción con la resolución, en línea con lo expresado por el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que reconoció el miércoles que "es una sentencia muy importante para Castilla y León y para la Junta" porque "es la primera vez que el Supremo se manifiesta en estos aspectos de sus resoluciones y cierra un debate existente sobre cómo hacía las cosas la Junta". Para el consejero la Junta «ha hecho las cosas bien en materia de caza» y así lo entiende la Federación. "No entendíamos todo el enredo", asegura Fierro, que celebra que ahora «las consecuencias ya son otras, podremos volver a practicar la caza pensando solo en cómo se caza, no en si nos dejarán cazar". Además, el delegado recuerda que la sentencia del alto tribunal "da garantías aun mayores".
Los primeros que padecemos los incumplimientos de las normas y reglas que nos hemos dado somos nosotros Desde una postura de respeto, favorable al diálogo en lugar de la confrontación social o judicial, en delegación leonesa de la Federación de Caza se muestran «encantados del debate y de llevar a lo práctica». Entienden que corresponde a la «gestión» de la actividad que realiza el colectivo tratar de que «haya animales en suficiente cuantía para poder cazar y con la sanidad por encima de todo». Como reclaman los colectivos ecologistas a ellos también les gustaría «poder tener un control total y absoluto de lo que queda en el campo cada fin de semana», pero existen claras limitaciones técnicas para ello porque «los montes no son como las estanterías de un supermercado». No obstante, recuerdan que ni la legislación ni la gestión pueden obviar «las normas que impone la naturaleza, no hay cuatro cosechas de remolacha al año, aunque lo diga un ministro».
Ahora que en la Federación siente que han recuperado «lo que sentíamos que no superaba ningún límite» mantienen su defensa del «un aprovechamiento sostenible» de las especies cinegéticas. Como muestra de esta intención aluden a las recomendaciones de la Federación y citan como ejemplo las demandas de «tranquilidad» a los cazadores ante el jabalí en el mes de septiembre, pese a que es un mes hábil para su caza. No obstante, recuerda Fierro que «los primeros que padecemos los incumplimientos de las normas y reglas que nos hemos dado somos nosotros».
Con todo ello, desde la Federación insisten en la corrección de las normas elaboradas por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. El pasado miércoles consideraron en un comunicado que la sentencia del TS ratifica el «criterio» que durante «todos estos años» han mantenido junto con la Consejería de Fomento y Medio Ambiente en un doble vertiente contraria a la postura del TSJCyL, que por un lado confirma que no son preceptivos los estudios científicos que ha exigido el tribunal autonómico y que ha anulado en varias ocasiones la normativa regional de caza y por otro que tampoco es exigible una norma de mayor rango a la orden anual de caza para regular las especies cinegéticas cazables ni los periodos hábiles para ello.
Escenario de normalidad
La sentencia del TS devuelve al mundo de la caza a un escenario de normalidad con las «normas de sociedad y convivencia» que rigen la actividad y que están en continuo perfeccionamiento, como recuerda Fierro Casado. El representante del colectivo también recuerda que el fallo, en línea con lo expresado con otros colectivos como las organizaciones profesionales agrarias, destaca la importancia de actividad cinegética para el desarrollo rural por su respaldo económico a los pueblos, así como para «evitar problemas de salud pública, de la ganadería, agricultura y seguridad vial», además del mantenimiento del «equilibrio de especies, protegiendo a los más débiles por la sobrepoblación de los más fuertes».