Pandemia, crisis, desolación y esperanza, por Eduardo López Sendino

López Sendino, secretario general de UPL y concejal del Ayuntamiento de León, analiza las fortalezas de la provincia en el el suplemento 'Cuenta con León' de La Nueva Crónica

Eduardo López Sendino
29/05/2020
 Actualizado a 29/05/2020
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Pandemia, crisis, desolación. Éstas son las tres palabras que, muy sintéticamente, resumen la situación que actualmente vivimos con motivo de esta enfermedad, que si bien recuerda a la mal denominada gripe española de principios del siglo XX, es evidente que la situación actual ha pillado desprevenido prácticamente a todos los países del mundo y las medidas que se van adoptando, improvisadas algunas veces, no podemos decir que puedan considerarse como acertadas, aunque también es de reconocer que a toro pasado es muy fácil opinar.

Desde luego, lo que sí ha quedado evidente y patente en primer lugar, es la inutilidad de las comunidades autónomas en una situación como la planteada, y fundamentalmente porque no podemos olvidar que las competencias de sanidad están absolutamente transferidas a todas las autonomías y, por tanto, la responsabilidad en cuanto a las medidas de seguridad para todos los trabajadores del servicio público de salud es de las comunidades autónomas, así como también lo es la previsión de medios técnicos y humanos, y en segundo lugar, que por mor de los recortes en sanidad, se han visto disminuidos los medios técnicos y humanos para poder afrontar esta crisis, y de eso sabemos los leoneses cuando en muchas ocasiones hemos denunciado desde UPL el cierre de plantas del hospital de León, derivando a los pacientes a la sanidad privada o cerrando plantas. Es evidente que las inversiones en sanidad se hacen absolutamente necesarias, no sólo en este momento, sino para prevenir posibles pandemias posteriores de cualquier otro tipo, o incluso indeseados repuntes, teniendo en cuenta que la globalización de la sociedad actual es muy diferente a la que pudiera existir a principios del siglo XX.

Por otra parte, en relación con la situación que vive la ciudad de León, es evidente que seguir en la fase cero no estaría llevando más que a la absoluta desesperación al sector servicios, como el comercio y la hostelería, que ven cómo siguen sin poder abrir sus negocios y recuperar la actividad de negocios, sin que las medidas adoptadas por la Junta de C. Y León puedan ser ya entendibles, no ya por los crípticos e insondables criterios sanitarios y epidemiológicos a que alude la ínclita consejera de sanidad, que todavía no sabemos cuáles son, y menos utilizando criterios como los de las unidades de salud que nadie sabe en la calle realmente qué territorios corresponden a cada una de ellas, creando un confusionismo absolutamente innecesario.

Por todo ello, se hace preciso que los entes locales, como entidades cercanas al ciudadano, que conocen mejor que nadie la situación que padecen, sean las que tomen las riendas de la recuperación con medidas que fomenten el consumo en la tienda, en el negocio de barrio, en el negocio cercano, que es el más necesitado para evitar el colapso de la economía de la ciudad. En este sentido, en UPL, desde el grupo municipal del Ayuntamiento de León, fuimos el primer partido en presentar una moción con una serie de medidas en apoyo de autónomos, comercio y servicios como motor principal de la ciudad, siendo conscientes de que el Ayuntamiento de León, dentro de sus posibilidades y teniendo en cuenta que continúa todavía dentro del plan de ajuste, no puede competir en medidas de apoyo con otros ayuntamientos cuya situación económica es mucho más desahogada o tienen unos remanentes de tesorería de los que el Ayuntamiento de León carece.

Se hace precisa también la recuperación de la actividad económica de todo tipo, la recuperación de la inversión pública es, en estos momentos, absolutamente ineludible para que la economía pueda recuperar un mínimo tono de la estabilidad perdida y que los mercados bursátiles se encargan día a día de recordarnos desde la adopción del estado de alarma. La economía no va bien, se ha paralizado, no hay que ser ningún gurú para darse cuenta de las enormes dificultades por las que están pasando las familias leonesas, máxime en una ciudad y en una provincia que, como consecuencia del desmantelamiento de la principal industria que tenía esta provincia, hace no tantas décadas, como era la minería, se ha basado fundamentalmente en el turismo y, en menor medida, en la industria agroganadera. Por eso la recuperación económica se nos antoja más complicada en otras provincias o regiones donde la industria es el motor principal de la actividad económica.

De poco sirven las ayudas económicas del Gobierno, o las ayudas de cualquier otro tipo de administración pública, si no se incentiva un resurgimiento de la actividad económica, porque las ayudas pueden ser pan para hoy y hambre para mañana, y lo que se necesita es que la desescalada llegue cuanto antes a su fin, siempre que no se arriesgue evidentemente la salud pública, para que el comercio, la industria y sobre todo el turismo y servicios puedan adquirir nuevamente el ritmo de actividad económica necesaria para el sustento de las familias.

De todas maneras, y siendo consciente de la actual situación y la precariedad que está sometiendo el estado de la alarma a muchas familias, no sólo a autónomos y pequeños empresarios sino también empleados por cuenta ajena que se quedan sin ningún tipo de subsidio de desempleo, no me cabe duda que con el esfuerzo de todas las administraciones y la recuperación de la actividad económica saldremos de la situación en la que nos encontramos. Por eso la última palabra a añadir a esta situación es, esperanza.
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