21/02/2020
 Actualizado a 21/02/2020
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No sé si se habrán enterado, pero el domingo pasado unos cuantos miles de leoneses salieron a la calle al mismo tiempo y, con unos matices u otros, por la misma razón. Eso, para el que conozca a alguien de esta tierra, es digno de noticia y alabanza si no es sábado y el objetivo es diferente de ir al Húmedo de vinos. Sobra decir que la reclamación, que para el 95% de los presentes al menos en León capital no era otra que la de la autonomía propia, cuanto menos se carga de razón con semejante manifestación y eso ha hecho que la reivindicación traspase los eternos campos de Castilla, la piedra del Guadarrama y los atascos de la M30 para llegar al corazón de esta nuestra patria, Madrid.

La vida de los periodistas en la capital es tremendamente sencilla, hay medios, hay tiempo y hay líderes políticos que echan la lengua a pacer sin ni siquiera picarles. Es por eso que ante una pregunta sin demasiada maldad, la pizpireta presidenta de la historiquísima Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no dudo en desligitimar toda identidad que no fuera la del ‘españolypunto’ calificando de «paletos» a los leoneses.

Lo que es gracioso, además de las ocurrencias de la presidenta de la mirada perdida, creadora de grandes éxitos como«los atascos, orgullo de Madrid», es que muy seguramente no sabe que la comunidad que gobierna está poblada en una gran mayoría por paletos a los que han obligado a salir de sus pueblos.

En cinco años que viví en Madrid conocí a muy pocas personas que hubieran nacido allí y a casi ninguna cuyos padres también lo hubieran hecho. Le aseguro, señora Ayuso, que la mayoría de los miles de paletos que usted gobierna vivirían en su comunidad de no ser por la falta de oportunidades en lo que usted imaginará como la España rural. Señora Ayuso, aún no lo sabe, pero está rodeada de paletos. Y orgullosos.
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