‘Pa’ buscar agua que no vayan

Os digo yo que la razón está sobrevalorada, eso de cerrar las discusiones con un «yo tengo la razón» no va a ninguna parte, que ya lo decía Farraperas, «sobre todo si lo dices después de que ya te soplaron las cuatro ostias que habitualmente mereces».

Mira la casuística. Cuando Alberto El Pajarín se empeñó, ya hace muchos años, en que a la ruralidad no nos hacía caso ni dios porque no tenemos capacidad de llegar a las masas todos se le echaron encima, bueno los que cabían que el bar era muy pequeño, diciendo aquello de «venga listo, congrégalos tú»; y quedamos 12 horas justas después —a las cinco de la tarde— para que mostrara su capacidad de congregar al pueblo en torno a él. «En Boñar, junto al Negrillón», nos congregó, al lado del árbol que entonces todavía era de madera.

Allí estábamos. Llegó El Pajarín, sacó de la C 15 la motosierra, se acercó al árbol y la arrancó con grandes y ruidosos acelerones antes de colocar la espada junto al negrillo. En pocos minutos estaba medio pueblo allí pero nadie se podía acercar pues se volvía Albertocon la motosierra, aceleraba y asustaba a ‘to quisqui’. Llegó la guardia civil y pasaba lo mismo. El Pajarín como enloquecido seguía congregando vecinos que le insultaban... hasta que, como suele ocurrir a las motosierras, se le caló. Cayó sobre él la guardia civil, recibió un buen número de leñazos, de guardias y vecinos, hasta que se calmó un poco la turba, se pudo sentar frotándose la cabeza de dolor, y mostrando la motosierra explicó: «No tiene cadena, no corta».

Y tenía razón, pero qué más da.

Y congregó al pueblo, como pretendía, pero qué más da.

La razón está sobrevalorada. Ayer mismo, en la espera de esos bares que te dan café por la ventana, uno comentó:«El dinero que gastaron para la misión espacial y se les desvió el cohete, gastar millonadaspara nada».

- ¿Y qué iban a buscar al espacio?

- Agua, lo primero que buscan es saber si hay agua.

- Entonces lo que no entiendo es a qué van, de mi dinero que no gasten ni un duro;dijo solemne el paisano, que posó la copa de orujo y se fue.

Veis. La razón está sobrevalorada.