Overbooking Medellín para Antonio Pereira

Por Carmen Busmayor

20/09/2022
 Actualizado a 20/09/2022
Carmen Busmayor en la pasada Feria del Libro de Medellín.
Carmen Busmayor en la pasada Feria del Libro de Medellín.
Este día marcado por el frío y una mansa llovizna vengo a decir cuanto digo por y para Antonio Pereira quien seguro que en la oscura palpitación de estas nubes que rodean la imagen del Cristo encerrado en la iglesia de San Nicolás poco menos que a cal y canto hay mucho de reproche por la ausencia del sol en sus manos y sus ojos, los de todos los villafranquinos, tristes al no poder ser procesionados.

Y salvado el presente paréntesis terruñero, anuncio que Antonio Pereira , viajero impenitente en sus andares anteriores, lo ha hecho estos días también a través de un grupo de serios investigadores y amigos, patronos de la Fundación Antonio Pereira o relacionados con ella de alguna otra manera, como es el caso del representante de editores de Castilla y León, Héctor Escobar o el de la doctoranda en la obra pereiriana, Raquel de la Varga. Los patronos a quienes me refiero son: Joaquín Otero, José Enrique Martínez, Miguel Ángel Varela, José Carlos Boixo, Francisco Flecha y Carmen Busmayor. Hemos compartido experiencias también con Jacobo Sanz, director del servicio de publicaciones de la Universidad de Salamanca. Todos ellos, incluida yo, acabamos de aterrizar en nuestra tierra procedentes de la 16 Fiesta del Libro y la Cultura, la más importante del mundo, celebrada en Medellín, Colombia, invitados por su alcaldía para presentar en aquel escenario a Antonio Pereira, gran poeta y narrador insuficientemente atendido.

Y aunque suponga pegar un salto grande pasar del celebrado Cristo villafranquino incluso a un pequeño rincón de este país que tanto debe a Simón Bolívar, grande como un día sin pan en el caso español pues en el colombiano constituye una ausencia permanente, me planto en el tan lejano como fraterno territorio de Colombia, más concretamente en la culta Medellín para hablar de su 16 Fiesta del libro y la Cultura, subtitulada ‘Tiempo de Imaginar’, otorgándole enorme razón a su actual alcalde, Daniel Cantero Calle cuando asevera que «Para construir el futuro hay que imaginarlo primero». Nada más cierto sin duda. Nada. Por eso yo me abrazo con fuerza a la imaginación y aguardo, aguardo su fiesta grandiosa, dejándome guiar por ciertas orientaciones que en abundancia en dicha programación se dan. Programación válida del 9 al 18 de septiembre de 2022 y siempre, alimentada con algunos toques o periódicas revisaciones.

En cuanto a la anunciada lista o comisión española en favor de Toñín Pereira es de recibo señalar que en ningún momento ha sido tardona sino que enseguida desplegó sus alas y fue dejando con éxito la huella pereiriana por donde pasaba.

En Medellín algunos compañeros nos hospedamos en el Hotel Poblado Plaza mientras otros lo hicieron en el Poblado Alejandría donde corretean entre la arboleda rojas ardillas con barquichuelas de nueces en la boca en tanto amados cantores de plumaje amarillo, negro, blanco y marrón entran resbalando con familiariedad en el blanco suicidio de las catalpas que se estrellan contra el amplio ventanal de la 207, mi habitación, en la cual pongo a remojo cada noche mis sueños más duros hasta caer fusilada cuanto antes la oscuridad sobre las cortinas si bien tal no lo logro a menudo. No. No. Imposible a tope. Menos mal que al menos precisamente aquí conocí a la embajadora desde hace años de Portugal, Catarina. La acompañaba su marido y un adolescente de muy escasa conversación, probablemente hijo. Normal que estuviese allí y bien ocupada que andaba. Pues Portugal esta 16 edición de la Fiesta medellinense era la invitada de honor. Por ello el domingo intervenía en varios actos, a los que lamentablemente los leoneses no podíamos asistir debido a que regresábamos antes a casa. Sí lo hacía la viuda del Premio Nobel José de Sousa Saramago, Pilar del Río, agradable y muy inteligente mujer periodista a quien conocí en León con motivo de la presentación del documental ‘José y Pilar’, estrenado el 25 de marzo de 2011 . El Nobel había fallecido en junio de 2010 . No tuve la suerte de conocerlo.

Agrego, además, que en el referido hotel Alejandría donde, remacho, conocí a la embajadora de Portugal en Colombia, hablé algo con ella y su marido, haciendo referencia al ‘Cancionero de Sagres’ de Pereira, a los gallegos ‘Contos da Cábila’, a sus múltiples estancias en Portugal y a los pasteles de Belén, tan sabrosos , y más acá a José Saramago cuya efigie en la actual XVI Fiesta del Libro y la Cultura abundaba en el ferial .Por cierto, nunca le pregunté a Pereira si le gustaban los pasteles de Belén, pero seguro que él, tan inclinado siempre a Lusitania, los devoraba. A nuestra despedida les acompañó mis ‘Viajes necesarios’. Ellos se iban pasado el domingo de Medellín , supongo que a Bogotá, lugar de ubicación de la embajada. Portugal, repito, ha sido este año el país invitado en la Feria. Por eso había muchos carteles y actos sobre el país luso y, por eso también, venía y actuaba en varios foros la viuda del Nobel nacido en Azinhaga, la española andaluza Pilar del Río.

Entre idas y venidas a la feria, intervenciones, contactos, reparto de libros difundimos la palabra oral y escrita del escritor del barrio de la Cábila. El alcalde, que fue quien nos invitó a dar a conocer la existencia extraordinaria de Antonio se portó bien con los miembros de la Fundación Pereira y otros que allí acudieron. En definitiva, nuestro objetivo se ha cumplido. Pereira suena en Medellín y otras montañas o numerosos precipicios. Recuerdo en especial el pueblecito paisa dominado por el aroma de Carlos Gardel, el morocho de abasto, en el «museo de ciudad». Allí murió y allí vive. Envuelto en el misterio y la luz.

Ah, una posdata azul: en el aeropuerto José María Córdova, de Medellín, me ofrecieron una plaza overbooking. En realidad era para Antonio. Yo solicité mi billete: 13 septiembre 2022 despegue 20: 25 vuelo UX198 asiento 31B.
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