Otra ‘Roca’ en el muro

Pedro Ludena comenta la película de Jaume Collet-Serra 'Black Adam'

Pedro Ludena
28/10/2022
 Actualizado a 28/10/2022
Dwayne Johnson en la película ‘Black Adam’.
Dwayne Johnson en la película ‘Black Adam’.
‘Black Adam’
Director: Jaume Collet-Serra.
Intérpretes: Dwayne Johnson, Sarah Shahi, Pierce Brosnan, Viola Davis.
Género: Acción/Fantástico.
Duración: 125 minutos.

Se acerca el final del año y con él una nueva remesa de estrenos superheroicos. Ahora es el turno de ‘Black Adam’ de llenar las salas de cine a base de golpes y explosiones, cumpliendo con todas las expectativas del gremio, por bajas que sean.

Más que ningún director o productor, la mente detrás de este proyecto es Dwayne Johnson, también conocido como ‘The Rock’ , o ‘la Roca’ por estos lares, una de las figuras más reconocibles del cine de acción hoy en día, una personalidad dentro y fuera de la pantalla que se cuela entre las personas más seguidas en Instagram, un indicio de su fama e influencia desorbitada. Hace años que la estrella más cotizada de Hollywood les echó el ojo a las franquicias de superhéroes. Concretamente a ‘DC’, acostumbrada a vivir bajo la larga sombra de su hermana mayor, ‘Marvel’, y cuyas entregas, a pesar de cosechar grandes éxitos en taquilla, como ‘Wonder Woman’, y en crítica, como ‘The Batman’, estrenada este mismo año; todavía están lejos de la máquina de entretenimiento perfectamente engrasada de ‘Disney’, que es el seno de varias de las películas más exitosas de la historia. No obstante, ‘la Roca’ se ha volcado en cuerpo y alma en esta nueva entrega del universo DC, la cual produce y protagoniza, a la espera de devolver a la compañía a la lucha contra su eterna rival y cambiar la jerarquía de poder. Para ello, ‘Black Adam’ abraza todo lo que en teoría ha funcionado para conseguir un taquillazo de superhéroes, al menos hasta ahora.

Hay que partir un par de lanzas a favor del último lanzamiento de DC, empezando por sus escenas de acción, las cuales se suceden ininterrumpidamente desde el momento en que aparece el protagonista y son tan explosivas como cabría esperar. Además, sorprende la violencia de algunas de estas, sobre todo en la primera, que es más explícita de lo habitual, aunque todavía lejos del ‘gore’ y la sangre de cintas destinadas a un público más adulto. Porque si algo no hace ‘Black Adam’ es correr riesgos. Otro gran punto a favor es su diseño de personajes, algo esencial en este tipo de obras, donde un guion olvidable puede ser solo eso, fácilmente olvidado por los fans, pero como se ponga al héroe favorito de alguien de otro color, Twitter boicotea la película antes de que salga el primer tráiler. Curiosamente, aquí se da el caso con uno de los personajes secundarios, conocido como ‘Hawkman’, que es interpretado por Aldis Hodge , un actor negro, cuando en los cómics es blanco. Pero el sector más radical del fanatismo parece haberlo condonado, ya sea por tratarse de un personaje más desconocido que los habituales ‘Superman’ o ‘Batman’, o porque realmente se roba el show, con un diseño fidedigno y visualmente espectacular. Caso similar es el del personaje de ‘Doctor Destino’, a quien da vida el mismísimo Pierce Brosnan, que a pesar de su más que obvio parecido con el ‘Doctor Extraño’ de Marvel, el cual ha ganado mayor popularidad en los últimos años, es la verdadera inspiración de este último, quien apareció posteriormente en las viñetas. Estos, junto con la dupla formada por ‘Cyclone’(Quintessa Swindell) y ‘Atom Smasher’ (Noah Centineo), conforman la llamada ‘Sociedad de la Justicia’, una suerte de grupo superheroico contemporáneo de ‘La liga de la justicia’, que planta cara a la amenaza que supone el ‘Black Adam’ de Dwayne Johnson. Este se posiciona como el protagonista antagónico de la historia con un diseño imponente que se beneficia del físico sobrehumano del actor y una actitud pétrea al estilo ‘Terminator’, más propia de un villano, pero con atisbos de humanidad que revelan su naturaleza benévola.

En este punto es donde comienzan los, más que problemas, conformismos. En teoría el gran atractivo de Black Adam es su carácter amoral, tratándose de un antihéroe despiadado, inclinándose más hacia la villanía. Sin embargo, en esta película están constantemente tratando de humanizarlo y salvarle de ese ‘lado oscuro’. Si de verdad se pretendía que esta fuera rompedora, podría haberse atrevido a presentarlo como un verdadero malo, sin necesidad de ver su predecible conversión al bien. Por mucho que se juegue en esa zona gris durante gran parte del metraje, al final tiende al blanco. Continua así la moda reciente de hacer películas de oponentes, en teoría malvados, de superhéroes, por ejemplo ‘Venom’ (2018) o ‘Morbius’ (2022). Sin embargo, ninguno de estos se ha mostrado realmente perverso, salvo quizás el ‘Joker’ (2019) de Joaquin Phoenix, sino que siempre se han rebajado hasta el punto de ser meros héroes que matan a otros malos, algo que te venden como novedoso pero que ya hacían los ‘X-Men’ de Bryan Singer hace veinte años y hasta el ‘Superman’ de Christopher Reeve hace cuarenta, solo que no se recreaban en ello, y no por eso eran peores.

Está claro que ‘Black Adam’ no ha venido a reinventar la rueda, ya que cumple con todos y cada una de los estándares de su género: un guion pobre, con frases irreverentes, un uso excesivo de pantallas verdes, los típicos personajes secundarios sin poderes que mantienen al poderoso de turno con los pies en la tierra, un villano omisible, etc. Esto hubiera funcionado mucho mejor hace una década, cuando el nivel de este tipo de proyectos estaba mucho más bajo y el público estaba acostumbrado a mucho ruido y pocas nueces. Pero la audiencia ha madurado ante la sobresaturación del medio, volviéndose más selectiva y prefiriendo en muchos casos un producto más elaborado y profundo, con personajes tridimensionales y una calidad general más elevada. Eso no quita que Dwayne Johnson y compañía consigan llenarse los bolsillos, que no deja de ser el objetivo de todo esto, ya que siempre habrá gente que solo quiera pan y circo; pero lo harán con una película con poco que contar por mucho que muestre. Podrían correr ríos de tinta sobre la banalización del cine, pero no me cabe en una sola reseña.

En resumidas cuentas, ‘Black Adam’ es exactamente lo que se propone, un producto de puro entretenimiento, que no aspira a ser nada más que algo con lo que acompañar las palomitas.
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