Otoño, tiempo de barbos

La pesca de ciprínidos se presenta como una buena alternativa para los amantes de la pesca una vez cerrada la veda de la trucha

Rodrigo Prado Núñez
18/11/2022
 Actualizado a 18/11/2022
Barbo en el río Esla buscando alimento por el fondo. | RPN
Barbo en el río Esla buscando alimento por el fondo. | RPN
La pesca de ciprínidos, cerrada la veda de la trucha, se presentan como una buena alternativa para continuar con la afición de la pesca.

Los ríos Esla, Órbigo y Cea, en sus zonas bajas, son lugares idóneos para su pesca por su abundancia y tamaño.

El otoño siempre es una buena época para la pesca del barbo en nuestras aguas no trucheras. Los ciprínidos con el frío reducen su actividad, pero en otoño se activa para adquirir reservas para el invierno que se aproxima.

Los ríos Esla, Órbigo y Cea son, en sus zonas bajas, lugares idóneos para su pesca por abundancia y tamañoEl barbo común ibérico (Luciobarbus bocagei), es una especie de pez de la familia de los cíprínidos y endémica de la península Ibérica. Es un pez fuerte y esbelto. Su cuerpo es fusiforme y algo comprimido lateralmente. Es una especie de buen tamaño si lo comparamos con los otros ciprínidos de nuestras aguas, pudiendo llegar a medir hasta un metro de longitud. Tiene la boca protráctil, su labio superior es grueso y el inferior delgado. Presenta cuatro barbillones, uno a cada esquina de la boca y dos por debajo donde tiene alojados los sentidos del gusto y del tacto, los utiliza para buscar la comida entre los sedimentos y la grava del lecho de los ríos. Es una especie típica del tramo medio de los ríos, donde las corrientes son más lentas y prefiere esas zonas algo profundas, donde suele ocupar el fondo. La lombriz, el gusarapín, la ova y el maraballo son los principales cebos naturales usados para su pesca, a los que tenemos que sumar los cebos y señuelos comerciales. Es un pez que se puede engañar con cualquier cebo natural, pero es importante que se encuentre presente en su habita y que abundará más o menos dependiendo de la época del año. Ver subir a un barbo a la superficie del agua para coger la imitación del insecto que le hemos propuesto es muy emocionante y se convierte en todo un desafío cuando lo clavamos y tratamos de dominarlo.

Últimamente son muchos los pescadores que pescan el barbo a mosca, se pueden pescar en esta época en los embalses y partes bajas de los ríos, siempre que sean aguas no trucheras. Suele alimentarse en aguas someras, es fácil descubrirlos y así proceder a pescarlos a pez visto. Dando buenos resultados las imitaciones de los escarabajos y los saltamontes de foam. Los lances han de ser suaves y precisos de modo que el señuelo se pose próximo a su boca. El barbo tiene una arrancada espectacular, y si es grande peleará con energía hasta agotarse. El cupo es de seis ejemplares por pescador y día, con una talla de 18 cm de longitud como mínimo. Es localmente abundante, aunque en estado de regresión. Atendiendo a la singularidad temporal de los movimientos pre-reproductores primaverales de diversas especies de ciprínidos y a su mayor vulnerabilidad en este período de la temporada, la orden contempla que durante los meses de mayo y junio el cupo de capturas será de cero ejemplares.

Los lagos de pesca

Otra buena opción para seguir pescando, cuando se cierra la temporada de la trucha, son los lagos de pesca. Estos escenarios privados cada vez adquieren más protagonismo en la época de la veda de la trucha en nuestra comunidad. Tanto el pescador aficionado como el de competición elijen estos lagos para entrenar las técnicas y estrategias de pesca, así como para probar nuevos señuelos con las bravas truchas arco iris. También para practicar la pesca deportiva tanto en la modalidad de captura y suelta, devolviendo el pez al agua, o con muerte, cobrando el pez y pagando por ello. Tanto las aguas como el entorno están muy cuidados y la abundancia de peces está asegurada para que el pescador y sus acompañantes disfruten de la jornada. Son también lugares perfectos para los pescadores de movilidad reducida, para iniciar a los más jóvenes en el mundo de la pesca, la vida de los peces y en cómo funciona el ecosistema de agua dulce. Son espacios privados que cuentan con muchas comodidades y donde los aficionados pueden pasar un día de pesca inolvidable.

En todos los campeonatos de pesca, tanto mundiales como europeos, incluyen una jornada de pesca en lago, la pesca en lago siempre ha marcado las diferencias en los resultados de estos campeonatos. Es por esto que los pescadores de élite que aspiran a lograr títulos entrenan las técnicas y aparejos de pesca que en estos espacios dan mejores resultados.
El lago de Jabares en León, el Complejo Recrea y Palenzuela en Palencia, Pisórica y Llanillo en Burgos son los más conocidos y frecuentados en nuestra comunidad. El lago Jabares, que es un pequeño paraíso de 2,5 hectáreas y uno de los mejores lugares para pescar en el otoño e invierno, está ubicado entre la localidad de Campo de Villavidel y el Monte Jabares a tan solo 20 minutos de León. Tiene una gran reserva de truchas de todos los tamaños destacando algunos ejemplares que sobrepasan los 3 Kg. y que viven en unas aguas limpias y en constante renovación natural.
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