Óscar García Bárcena presenta una serie de fotografías en la galería Ármaga, con una cualidad común, son fotografías hechas en la calle y en las que el autor ha mostrado sus sentimientos. Se trata de imágenes emotivas, llenas de vida en las que el fotógrafo pone su alma, podrían llamarse paisajes interiores. Las ha ido haciendo desde 2015, como él dice, «que volví a León para cuidar a mi padre y aunque hasta entonces había hecho mucha fotografía, era diferente, pues en Madrid me dedicaba a la fotografía industrial y en Barcelona de ayudante de fotógrafo, pero este tipo de fotografía de calle la hago a partir de 2015».
Sus fotografías muestran lugares a veces con luz tenue, otras con fuertes contrastes, siluetas, claroscuros, reflejos, transparencias, aunque todas tienen en común que muestran figuras humanas que nos dan la escala de la imagen.
Comenta cuál es su método de trabajo: «Yo me doy un paseo y lo que me gusta si puedo lo capturo y si no puedo se queda sin ser reflejado. Luego también me tiene que gustar el resultado y el de las fotografías que aquí presento me encantan, desde luego». Sus fotografías tienen un encanto especial y se salen de lo que se entiende por fotografía de calle en el sentido estricto, aunque en realidad son fotografías tomadas en la calle, con un gusto y una sensualidad características de su obra. Hablando de la fotografía dice: «Para mí la fotografía es jugar con sombras, con luces, con planos diferentes y aunque no lo busco, lo encuentro». Son planos que le llevan a otra dimensión y hacen de ellas fotografías diferentes a las que estamos acostumbrados, pues no busca la típica postal sino algo diferente que tenga vida propia, que sugiera.
Para integrar las personas en sus piezas dice que: «Siempre integro el elemento humano porque es el que le da valor a la imagen, la llena de humanidad. Podría ser un paisaje sin nadie, pero siempre debe haber una referencia al hombre». Y la figura humana es un elemento cuidado por el autor y tratado desde un punto de vista singular, como él mismo dice: «lógicamente yo trato a las personas con respeto evitando que se identifiquen al cien por cien por si no les agrada entrar en la foto, aunque si se visibilizaran el sentido común dice que no hay mala intención en esta toma de fotografías».
Realiza sus fotografías en su entorno más cercano y aunque las localizaciones suelen ser las mismas, o próximas, las imágenes son muy diferentes las unas de las otras, debido a la luz, al color, que siempre utiliza y a los puntos de vista de su cámara.«Me gusta trabajar en la sociedad y me gustaría que me encargaran un trabajo social, una barriada o un grupo étnico».
La pandemia le ha afectado mucho socialmente debido a que se han cortado muchas relaciones personales, encontrarse con los amigos, realizar los conciertos de Jaula 13, dirigidos por Ildefonso Rodríguez, cada mes que antes fueron en el café Ristán del Quindós, durante años foco de cultura y ahora en el Ret Marut, nuevo foco cultural, sobre todo de conciertos y recitales, pero con la pandemia no se pueden hacer. Porque Óscar era y es un habitual de los conciertos del grupo de jazz Jaula 13 utilizando el guitarrón como instrumento. Y eso no solamente lo echa de menos él y quienes le acompañan a los demás instrumentos, sino todos los que hemos sido y somos sus espectadores.
La exposición de Óscar García Bárcena estará colgada en la galería Ármaga a lo largo del mes de mayo y se puede contemplar con toda la seguridad de sus medidas anti covid.