francisco-marquesb.jpg

Oriana Fallaci en el el olvido

19/09/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Guardar
No sólo España olvida a personas que han contribuido siempre a que su país y la Humanidad progresen. En otros lugares también practican el silencio y el olvido hacia las personas que tienen un especial don para alertar al mundo del rumbo equivocado que toman los humanos.

Oriana Fallaci fue una periodista de garra, muy personal, aguerrida, amante del riesgo y de la verdad, impulsiva, dominadora de la palabra y siempre en el ojo del huracán.

Aportó al periodismo algo que sólo las personas pueden hacer cuando están comprometidas con el esclarecimiento del entramado mundial en el que vivimos.

Nació el 29 de junio de 1929 en Florencia (Italia). Falleció el 15 de septiembre de 2006 a la edad de 76 años, de cáncer de pulmón. Escritora y periodista. Recibió el premio Luca de Tena.

Una mujer preocupada por varias actividades y ejercía en la defensa de los derechos humanos.

Escribió doce libros y fue enviada especial, la primera mujer en Italia, e hizo muchas entrevistas a personajes muy famosos y relevantes.

Militó en la Resistencia contra los nazis siguiendo la tradición de su padre que fue hecho prisionero. Oriana fue condecorada.

Estudió periodismo y trabajó en ‘Mattino dell’Italia’. Después ejerció en Milán en el semanario ‘Época’ de Mondadori. Publicó en ‘L’Europeo’ y se trasladó a Nueva York donde escribió sobre sucesos y famosos. Escribió sobre Hollywood, sobre la mujer. Entrevistó a astronautas, a Werhner Von Braun…

Conoce Vietnam como corresponsal y realiza reportajes de crítica a los comunistas, vietcong, y también a los americamos y sudvietnamitas, aspectos que le proporcionan material para un libro suyo. Vuelve a EEUU con motivo de la muerte de Martin Luter King y de los Kennedy y critica a los estudiantes americanos burgueses que quieren hacer la revolución enarbolando como insignia al Che Guevara mientras ellos visten de marca y se trasladan en coches de lujo que les proporciona papá.

En la Plaza de las Tres Culturas (Mexico) es herida por una ráfaga de ametralladora, la consideran muerta y la trasladan y al depósito de cadáveres y un cura se da cuenta de que está viva.

La periodista calificó la barbarie de Tlatelolco como «la masacre peor de las que he visto durante la guerra». Estuvo en India y Pakistán, América del Sur, Medio Oriente, asistió al lanzamiento del Apolo XI .

Fue pareja de Paragulis el líder de la oposición en la Dictadura griega de los Coroneles y tuvo un hijo que lo perdió. Muere Paragulis en un accidente que la escritora considera un «asesinato político». Fue amiga de Pasolini.

Todo esto va a ser motivo suficiente para integrarlo en sus libros de éxito importante, así como las entrevistas con personajes como el Vo Nguyen Giap, Pietro Nenni, Giulio Andreotti, Giorgio Amendola, el arzobispo Makarios, Alekos Panagulis, Yasser Arafat, Mohammad Reza Pahlavi, Haile Selassie, Henry Kissinger, Walter Cronkite, Federico Fellini, Indira Gandhi, Golda Meir, Nguyen Van Thieu, Zulfikar Ali Bhutto, Deng Xiaoping, Willy Brandt, Sean Connery, rey Husayn de Jordania, el ayatolá Jomeini… A éste le calificó de tirano durante la entrevista y se despojó del chador que era obligatorio. Jomeini le hizo una feroz crítica.

Escribe en los periódicos: New Republic, New York Times Magazine, Life, Le Nouvel Observateur, The Washington Post, Look, Stern, y Corriere della Sera. Fue enviada por la ONU a Beirut y asiste al primer atentado terrorista islamista contra americanos y franceses.

Se estableció en Nueva York y allí se aísla. Descubre que tiene cáncer de pulmón.

A partir de los atentados del 11 de septiembre en sus escritos refleja la decadencia de la civilización occidental, la preponderancia del fundamentalismo islámico, la presión de la inmigración sobre todo en Italia, las decisiones equivocadas del Poder, la finalidad de islamizar Occidente mediante un Plan establecido de invasión que llevaría al denominado «choque de civilizaciones».

Se entrevistó con el Papa Benedicto XVI sin que trascendiera el diálogo que sostuvieron los dos, ella en calidad de ‘atea’ con mucho respeto a la fe cristiana.

Murió en Florencia, viendo el Arno y el Puente Vecchio como fue su deseo , rememorando su adolescencia y juventud luchando al lado de su padre como resistente ante los fascistas y ayudando a pasar municiones y armas a la Resistencia en aquel tiempo.

La sociedad actual debería tener muy presente a esta mujer de un activismo y compromiso social, político y humano sin precedentes, una labor periodística de un prestigio sublime, una valentía que deja pálidos a muchos hombres y una honestidad personal a toda prueba no dejándose intimidar por el Poder y mostrando siempre al mundo global que sus intuiciones y hechos por sus investigaciones periodísticas demostraban algo que los hechos actuales corroboran de forma alarmante y con la inacción de los gobernantes mundiales, principalmente europeos, atenazados por el poderío del dinero árabe petrolífero y la connivencia de las financieras del mundo en un afán de implantar el ‘nuevo orden mundial’ del cual hablaremos próximamente también.

Las feministas bien podrían colocar en el lugar que se merece a esta mujer valiente, gran profesional y testigo de una época en la que dio la cara por defender un sistema europeo, occidental y humanista que muchos cantamañanas están echando por la borda y colocándose ellos y la sociedad al borde del suicidio colectivo.

Desde luego personalmente manifestamos nuestra admiración y homenaje ante esta mujer admirable cuya personalidad dignifica al género humano.
Lo más leído