Oportunidades laborales

Los programas de formación mixta pueden contribuir a paliar el déficit de mano de obra en algunos sectores, pero las empresas también tienen que dedicar los recursos necesarios para lograr atraer los perfiles que necesitan

La construcción de un mercado laboral solvente es una cuestión de todos los agentes implicados
20/02/2022
 Actualizado a 20/02/2022
La formación es una de las claves del mercado laboral y de la economía de un país. La crisis del 2008 impulsó el fenómeno de la sobrecualificación, con titulados trabajando en empleos que no requerían esos estudios. El mercado se ha venido reajustando y ese fenómeno —que no ha desaparecido— se solapa ahora con la falta de mano de obra cualificada en puestos de trabajo industriales, de la construcción y artesanales. La combinación de diversos elementos, como la ausencia de contratación durante años, la falta de programa de formación que paliaran el parón en la transferencia de conocimientos, la terciarización, mecanización y digitalización de la producción y la emigración del personal a países con condiciones más dignas, diezmó las plantillas, despojadas del relevo generacional. Poco a poco las administraciones van reaccionando ante esta situación, limitando la temporalidad con la reforma laboral e impulsando programas de formación mixta, en la que los participantes adquieren los conocimientos de forma teórica y práctica mientras perciben una remuneración por el trabajo desarrollado. Es necesario también que las empresas planifiquen el futuro con mayor precisión y destinen los recursos necesarios a atraer los perfiles que necesitan, porque si no lo hacen se irán donde consideren que realmente los valoran. La construcción de un mercado laboral solvente es cuestión de todos.



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