Once años de convivencia y los que aún están por llegar

La ermita de Manzaneda de Torío volvió a ser un año más, y ya van once, el escenario elegido para celebrar la undécima jornada de convivencia de la asociación de pensionistas ‘La Casona’, afincada en Garrafe de Torío. Un día para compartir, para charlar, para reír y para disfrutar juntos, estando dirigida la actividad tanto a los socios como a los no socios.  

El buen tiempo acompañó en la jornada de convivencia, con un sol que hacía buscar la sombra en las inmediaciones del templo. Antes de las doce de la mañana llegaban los primeros participantes. Sillas de campo, neveras portátiles, y todo lo necesario para pasar una jornada campestre juntos. En el lugar, guirnaldas de colores anunciaban el carácter festivo del día. Poco a poco aumentaba el goteo de coches y el grupo iba aumentando, llegando alguno de los participantes en bicicleta. Gaita, tambor y dulzaina sonaron de  la mano del grupo ‘Aires del Bernesga’ que, incansables, pusieron el ritmo a la jornada entre jota y jota. El intenso repique de campanas a la antigua usanza,  poco antes de las doce y media del  mediodía, marcaba el inicio de la misa en el interior de la ermita, pero antes, posaban todos juntos para la foto de familia.

Los actos litúrgicos en el interior de la pequeña ermita dieron paso a un vino español para todos los presentes, por cortesía de la Asociación de Pensionistas ‘La Casona’. Después, llegó la comida campestre en la campa y alrededores del templo. La sobremesa dio paso a la diversión con los ya habituales juegos de mesa con las cartas como protagonistas, con juegos como la brisca o el tute. Juegos y premios, que llegaron ya entrada la tarde con la entrega de trofeos.

La recta final  llegó, en torno a las siete de la tarde, con baile y música en el lugar. Todo un broche de oro para esta undécima convivencia de la asociación de pensionistas ‘La Casona’.