Ome, coño, lo ‘prencipal’

Vengo avionando que por más atorrante que me pongo en que estéis al tanto, que no se os escape lo ‘prencipal’ por andar mirando los pipilindrachos, no estamos a lo que hay que estar, que siempre lo dijo Sidoro el del Bar Casa Isidoro Con TV Iberia –dios lo tendrá a su vera–, a lo que iba, que decía Sidoro: «Ya que estás... estate, pero otra vez que no te se ocurra».

Y a continuación te explicaba: «No se dice te se ocurra, que es al revés, pero si el dicho es asina pues así se dice». Y le matizaba An Gelillo: «No, si él razonar, como los jatos de año». Que siempre tuvieron muy buena prensa en lo tocante a la ruralidad los jatos de año, sin que el señor maestro haya dicho nada en contra, que ya es mucho no decir, porque los señores maestros eran muy de ser alabanciosos con lo suyo.

Vuelvo al suco, que ya me esnorté y así no presentamos la teoría ni con cemento-cola, que es mano de santo.

A lo que iba; a que la gente se esnorta con pijadinas de poca índole y se descavija el carro que va cargado con lo 'prencipal', que por fuerza tiene que ser lo importante porque si no nunca sería lo ‘prencipal’; aquello de lo que se dice en los plenos: «Ome coño, lo prencipal».

¿Y qué es lo prencipal? Mira, eso lo saben muy bien en el Ejército, que siempre lo cuenta Licerio el de Matallana, que es de Gete. Resulta que vino de permiso y por lo que fuera retrasó la vuelta más de lo que ponía el papel. Y cuando vuelves algo hay que decir, que si no igual es hasta delito. Y él dio en contar que hubo una tormenta terribilísima, una cosa como casi nunca se había visto. Le escuchó el sargento con atención y el paisano, que era amigo del vino, tenía buena llevanza, rápido fue a lo 'prencipal'.

- Y usté soldado no sabrá, ¿se habrán malogrado las viñas?

Ése sabía bien qué era lo 'prencipal'.