jorge-frances.jpg

Olvido y democracia

21/10/2021
 Actualizado a 21/10/2021
Guardar
Hay un paraguas rojo volcado junto a un asesinado al que cubre una sábana. Todas las portadas de los periódicos en las que gritan manos blancas. Hay cartas con amenazas. Memorias donde aun resuenan coches bomba y la sordera aturdida de los minutos que siguen a las llamas. Huérfanos señalados. Heroínas sin piernas. Viudas acosadas por el pasado. Ausencias cómplices y miradas condescendientes. Hay homenajes al odio donde vitorean a pistoleros del tiro en la nuca. No conozco ataque más cobarde y ruin. Hay esculturas que homenajean a las víctimas del terrorismo de ETA por toda España. Hoy con flores frescas. En parques que cruzan adolescentes que no conocieron el miedo de la bomba lapa. 854 muertos. Hay familias que durante décadas no viajaron al País Vasco por temor a la metralla. Cuarteles rotos y en los hierros. Manifestaciones multitudinarias diciendo basta. Políticos a los que silenciaron para siempre la palabra. Arrepentimientos fingidos y declaraciones huecas. Hay 375 atentados sin resolver. Silencio eléctrico. Conmigo o contra mí. Hay avenidas que se llaman Miguel Ángel Blanco y para los jóvenes es lo mismo que si pusiera Manuel Azaña en la placa. Fuentes con lazos azules sobre las que se posan palomas que se espantan. Cesiones que quieren dejar correr todo aquel agua. Embozados que ahora enseñan concordia. Vidas que siguen rotas porque la muerte no se arregla con nada. Paquetes de sangre que amputan dedos a periodistas. Exiliados dentro de la misma España. Pisos francos contra Franco y después antidemócratas. Zulos que entierran funcionarios de prisiones y esconden armas. Niños perdidos que eran daños colaterales. Hipermercados infierno. Treguas fantasma. Apisonadoras que revientan las viejas ametralladoras usadas. Hay encapuchados de blanco que se creyeron libres y salvadores que construían patrias. Diez años de paz, con las capuchas guardadas. No puede ganar el olvidó lo que venció la democracia.
Lo más leído