Olga Rodríguez: "Es mucho más fácil escribir sobre el mundo creando un micromundo"

La periodista y escritora leonesa es coguionista de la ópera prima de Juan Diego Botto ‘En los márgenes’, en la que se aborda el drama de los desahucios y que tras su exitoso paso por Venecia y San Sebastián llegará el próximo 7 de octubre a las salas de cine

Joaquín Revuelta
23/09/2022
 Actualizado a 23/09/2022
Luis Tosar en una imagen del drama social ‘En los márgenes’. | MORENA FILMS
Luis Tosar en una imagen del drama social ‘En los márgenes’. | MORENA FILMS
La primera vez que oí hablar de ‘En los márgenes’ por boca de su coguionista y director Juan Diego Botto fue en marzo de 2021 en una larga conversación mantenida con motivo de la representación en León de ‘Una noche sin luna’, una pieza teatral de creación propia que toma como base los textos de Lorca con el propósito de «mirarnos en el pasado para entendernos en el presente», en palabras del actor, dramaturgo y ahora también guionista y director argentino afincado desde los años setenta en nuestro país. En el tramo final de aquella entrevista me hizo saber su intención de debutar detrás de las cámaras con un proyecto ambientado en la crisis económica del 2008 y cuya protagonista iba a ser Penélope Cruz. «Pienso que el arte se nutre del conflicto. Al final hablar de la crisis no deja de ser una excusa para hablar también de sentimientos. La película está localizada en una crisis económica, pero la historia es cómo reaccionamos. cómo afectan a las relaciones entre padres e hijos todos esos vaivenes externos. Además, cuando la escribí no me podía imaginar que nos íbamos a ver inmersos en otra crisis», declaraba por entonces un Juan Diego Botto que un año y medio después se ha paseado por la alfombra roja de los festivales de Venecia y San Sebastián para dar a conocer su punto de vista sobre el drama de los desahucios en una película que ha sido en líneas generales bien recibida por la crítica y que a partir del próximo 7 de octubre podrá verse en las salas comerciales.

En la elaboración del guion de ‘En los márgenes’, Juan Diego Botto ha contado con la inestimable colaboración de la que desde hace algunos años es su compañera sentimental, la periodista y escritora leonesa Olga Rodríguez, que califica de «experiencia muy bonita» la vivida en Venecia ante una audiencia de más de 2.300 personas que ovacionaron al equipo durante siete minutos al final de la proyección. Esa misma experiencia la pudo vivir de nuevo pocas semanas después en el Festival de San Sebastián, con la ventaja de que la película ha podido llegar a más gente gracias a que se habían programado varias proyecciones aparte del pase de gala que tuvo como marco el teatro Victoria Eugenia de la capital donostiarra. «Yo como ajena a ese mundo y a ese gremio para mí ha sido una experiencia personal muy interesante», reconoce la periodista, más conocida por su labor como reportera en Bagdad durante la invasión de Irak en 2003 o sus trabajos sobre las revueltas árabes desde Egipto en 2011. Olga Rodríguez no ve ninguna contradicción en el hecho de que ‘En los márgenes’, una clara apuesta por el cine social, se presente con el glamour que conlleva este tipo de eventos. «Son los escaparates donde la industria del cine presenta sus productos. Y siempre es así. Yo no veo ninguna contradicción, la verdad. ¿Podemos presentarnos debajo de un puente? Bueno, sería una opción, pero no creo que fuera muy eficaz. Por lo demás, con respecto a otras presuntas contradicciones que se puedan pensar en el caso de los dos guionistas, que somos Juan y yo, tenemos unos orígenes muy determinados. Juan vivió una infancia de pobreza, de exilio, con su padre asesinado y desaparecido en Argentina, con un exilio precipitado y muy duro a Madrid con solo tres años de edad, y con una madre que tuvo que sacar adelante a tres hijos sin nada en la nevera. Entonces él sabe muy bien de lo que habla y de lo que escribe. Yo tuve una infancia en León hermosa, pero evidentemente no vengo de clase alta. Mis abuelos eran gente trabajadora, humilde, y siempre he sabido y he sido muy consciente, también por los propios compañeros y amigos de los colegios a los que iba, de lo dura que puede ser la vida a veces. En nuestro país o en la propia Europa sabemos que hay gente que le cuesta mucho llegar a fin de mes y que eso también condiciona la convivencia en nuestras sociedades. Es algo importante que atraviesa nuestra actualidad y que al mismo tiempo es muy interesante a nivel humano y antropológico», sostiene la coguionista de ‘En los márgenes’, para quien la ficción siempre ha sido la primera opción y que en ningún momento se plantearon hacer un documental. «Esto es una iniciativa que parte de Juan, que fue quien tuvo el interés y la voluntad de escribir esta historia. Por aquel entonces yo estaba haciendo unos reportajes en los barrios más humildes de Madrid y en una época en que la gente ya no iba a las organizaciones no gubernamentales o a Cáritas para pedir dinero para la luz sino que directamente iban a pedir velas. Hubo ahí dos o tres años muy duros y aquello enganchó a Juan, que quería escribir una historia sobre las relaciones humanas. Mi incorporación al proyecto fue posterior con el objetivo de desarrollar algunos personajes femeninos, pero la idea inicial era de Juan y siempre desde la ficción. Nunca tuvo la voluntad de convertir ‘En los márgenes’ en un documental».

Un aspecto interesante del guion ha sido concentrar en 24 horas las distintas historias que se entrelazan dentro de la trama, un factor que contribuye a crear mayor tensión y que hace que la película participe de los postulados de un género como el thriller. «La concentración en 24 horas de todo lo que se desarrolla dentro de la trama fue algo que Juan tenía claro desde el principio. Cuando yo me incorporé al guion eso ya estaba, porque acotar en un tiempo a la hora de escribir es mucho más fácil. Al igual que es mucho más fácil escribir sobre el mundo creando un micromundo. En este caso el hecho de que tuviéramos 24 horas para que se desarrollaran una serie de cosas nos facilitaba mucho, por un lado, mantener la tensión y por otro lado no liarnos demasiado con los tiempos narrativos, porque no siempre es fácil en el cine hacer las transiciones cuando transcurren largos periodos de tiempo», destaca Rodríguez, que no sabría decir con qué personaje empatiza más el público por el marcado carácter coral que tiene la película. «Supongo que depende de cada espectador. El mayor protagonismo se lo lleva Luis Tosar, pero realmente es muy coral. Supongo que los hombres se identificarán más con el personaje de Tosar, que es un abogado que intenta ayudar a otra gente, que intenta hacer un trabajo honesto, que cree en la posibilidad de mejorar las cosas, que cree en la solidaridad pero que al final por ayudar a los otros se olvida de su propia familia, que esto es algo que nos pasa a todas las personas que entendemos el compromiso y la solidaridad como algo fundamental en nuestra vidas», destaca Rodríguez, para quien el personaje que interpreta Penélope Cruz «es una persona afectada por la precariedad económica, que intenta sacar adelante a su hijo y que encara su realidad sin querer avergonzarse de ella y tratando de luchar por lo que considera su derecho. Evidentemente, ante eso va a haber mucha gente que se conmueva y que se sienta identificada. Hay algo que creo que atraviesa toda la película, que es la figura de la mujer luchadora. Es una película que remarca mucho la capacidad de lucha que tienen las mujeres. Yo lo he visto como periodista en escenarios de conflictos bélicos. Cuando todo se desmorona, cuando los hombres, en muchos casos, están luchando en el frente, son las mujeres las que sostienen el tejido social, las que se organizan, las que crean comunidad. En nuestras propias sociedades pasa otro tanto. Nosotros comprobamos una y otra vez cómo en los movimientos por la vivienda y en los barrios donde hay muchas familias castigadas por la precariedad hay veces que los hombres se derrumban porque el rol para el que han sido educados, que es sostener a la familia y sacarla adelante, no lo pueden ejercer más porque se quedan en el paro, porque no encuentran trabajo, y ante eso ellas deciden dar un paso al frente, luchando por mantener un techo para sus hijos, etc. Eso nos parecía muy interesante porque, desde luego sociológicamente, es un hecho, es una realidad que además está muy analizada académicamente también. Queríamos subrayar ese hecho y además luego nos dimos cuenta ya a posteriori que además todas eran madres y hay en la condición de la maternidad un elemento muy interesante en muchas mujeres que es la determinación de sacar adelante a sus hijos y ante eso nada les va a parar», subraya la periodista, que valora muy positivamente los comentarios que la crítica especializada ha vertido en torno al trabajo no solo de Penélope Cruz y Luis Tosar sino del joven Christian Checa, Aixa Villagrán o Adelfa Calvo, entre otros.

Olga Rodríguez tiene muy claro que las películas son de los directores y de los actores, por lo que la satisfacción que siente cuando publica un libro no es equiparable al papel de coguionista de una película que fundamentalmente es de Juan Diego Botto. «Mi papel en la película ha sido muy secundario, pero te confieso que tengo ahora en proyecto una novela que voy a empezar a escribir y de la que a veces pienso que podría llegar a convertirse en un guion. Pero antes hay que escribir la novela y el tiempo dirá».
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