Javier R. de la Varga vuelve a colaborar en la puesta en escena de una nueva obra de teatro de Víctor M. Díez tras haberlo hecho el pasado año con ‘Aquí en la Tierra’, si bien la relación entre ambos se remonta más atrás en el tiempo. «Allá por el 2006 montamos una cosa que se llamaba ‘Proyecto Ulrike’ con una actriz argentino-danesa y Víctor ya había escrito para ese proyecto, que no era de la Universidad, unos textos poéticos. Luego, en relación con El Mayal, él había estado como actor en el primer montaje que hicimos, ‘Máquina Hamlet’, donde me encargué de la dramaturgia y cosí la figura del propio autor, Heiner Müller, al que puse en escena y lo hacía Víctor M. Díez. Siempre ha estado relacionado con El Mayal», sostiene De la Varga, que recuerda que el año pasado había un elenco con el que el autor ya había compartido viajes y otros proyectos con otros colectivos de la ciudad y le pareció interesante proponerle que escribiera un texto. «En ‘Aquí en la Tierra’ le hablé de determinadas cosas que quería que pasaran, que los personajes tuvieran pensamientos filosóficos o pensamientos casi políticos ante la vida. Él tenía también la tragedia del fallecimiento de su padre unos meses antes y todo eso entró en ‘Aquí en la Tierra’. La historia de ‘Medea’ es más antigua. No sé si recuerdas que llevé hace muchos años un taller de teatro que tuvo bastante éxito en el IES Juan del Enzina. Le comenté a Víctor que tenía a un reducido grupo de chicos a mi cargo y que me interesaba mucho el mito de Medea y hablar de cosas relacionadas con el mundo de la mujer pero que sean ellas las que tomen decisiones. Víctor hizo una pequeña pieza para ocho chicos que luego vimos que se nos quedaba un poco grande y cambié el rumbo. Eso quedó en el cajón hasta que este año pensando qué hacer con uno de los cuatro colectivos que tengo ahora en los talleres de la ULE quedé con Víctor para tomar un café y le comenté la posibilidad de retomar aquel proyecto dándole una vuelta e incorporando a más personajes. Era el momento también en que los chicos tenían que decidir si asumían el compromiso que requiere hacer un montaje de teatro, aunque sea aficionado, pero se nos exige un nivel mínimo a una compañía universitaria», reconoce el director de El Mayal, que recuerda llamaba al autor casi a diario señalándole la incorporación de nuevos personajes a la obra.
Javier R. de la Varga confiesa que en ‘Aquí en la Tierra’ Victor M. Díez hizo una dramaturgia «como más cerrada» a la que el director fue incorporando mecanismos dramáticos a fin de que tuviera la estructura de las tragedias clásicas. «En el caso de ‘Medea’ teníamos ese embrión, él iba escribiendo, me lo pasaba, yo se lo devolvía y le iba diciendo: necesito otras cosas. Todo ha sido como muy intenso y muy a dos bandas», reconoce De la Varga, para quien el texto ha sufrido una profunda transformación pasando de los ocho personajes iniciales a los dieciséis actuales. «La obra ofrece más perspectivas de la posición de la mujer hablando sobre ella misma y tomando decisiones. En la otra versión todo giraba alrededor de Medea mediante una trama policiaca que era lo que sostenía la obra, mientras que esta vez lo que sostiene la obra son también las pequeñas vivencias de otras cinco o seis mujeres que trabajan en una cadena de televisión, el espacio donde se desarrolla la trama».Preguntado si todo el movimiento actual en torno a la mujer ha sido tenido en cuenta en la puesta al día del montaje primitivo, el director de El Mayal reconoce que se ha hecho de la necesidad virtud. «De aquella, y es algo que se sigue manteniendo, dábamos una visión ecológica del asunto y todo giraba alrededor del personaje principal por el elenco que teníamos. Pero en este tipo de talleres siempre tengo más mujeres que hombres. Al contar con tantas mujeres teníamos que hablar desde ellas, lo cual nos ha venido muy bien porque hemos podido incorporar mujeres a las que los acontecimientos de la obra las transforman y les hacen dar un giro en su vida», sostiene el director.
Con relación a la puesta en escena de ‘(212) Medea’, Javier R. de la Varga reconoce que lo que se ha intentado es cubrir las necesidades básicas del guión. «Hay un acontecimiento que aparece y transforma totalmente la obra –que no puedo desvelar, como es lógico– y que nos ha obligado a contar con una serie de elementos básicos. En cuanto al trabajo con los actores lo que intentamos es poner en práctica el aprendizaje en el tiempo recorrido. La mayoría de ellos son del segundo año del taller, que entraron en el curso 2017-18, si bien hay algún actor repescado del montaje de ‘Aquí en la Tierra’. La producción cuenta con un cierto apoyo económico por parte de la Universidad, pero no estamos para tirar cohetes. Es un montaje sencillo dentro de las exigencias de intentar poner en escena un plató de televisión», asegura.
Sobre la hoja de ruta de la obra, tras su estreno en el Teatro El Albéitar, De la Varga señala que este mismo sábado la compañía se desplazará a Ourense para participar en la Muestra Internacional de Teatro de la Universidad de Vigo. El próximo lunes visitará Burgos y el 10 de mayo cerrará esta mini gira en la sala Río Selmo de Ponferrada dentro de la programación ‘Mudanzas, otro teatro es posible’. «Sí que es una obra, igual que pasó con ‘Aquí en la Tierra’, que tiene todas las papeletas de quedarse en repertorio e ir a otras muestras en la próxima primavera. Como es un grupo tan grande lo que suelo hacer es llegar a pactos con los chicos e intentar juntar las actuaciones para que la gente esté centrada durante una temporada», concluye De la Varga.