ODS 13: Llamada directa a la Acción por el Clima

La Acción por el Clima exige la amputación de los órganos gangrenados: basureros, chimeneas tóxicas, incineradoras o minas a cielo abierto

Valentín Carrera
30/12/2019
 Actualizado a 30/12/2019
Principales fuentes de emisión de CO2.
Principales fuentes de emisión de CO2.
Hasta hace poco, los ecologistas éramos una minoría, una estirpe maldita, una panda de frikis en taparrabos. Ahora resulta que son ecologistas los empresarios que contaminan, los productores de plásticos, los supermercados, las luces de navidad de Vigo, los asesinos de lobos, los alcaldes corruptos y todos los consejeros de la Junta de Castilla y León, con el de Fomento presidiendo la procesión: ¡Santa Sostenibilidad, patrona de los incineradores, ruega por nos! Pues bien, el ODS 13, Acción por el Clima, desenmascara a todos estos impostores y viene a decirles: acciones serias y menos postureo.

Postureo es el documento de ‘Directrices de implementación de la Agenda 2030 en Castilla y León’ que se sacó de la manga, vía consultoría de encargo, la Junta de Castilla y León para simular que hacían algo. Ese algo, por centrarnos en el ODS 13 en Castilla y León, consiste en mezclar churras con merinas y hablar de planes de protección civil, acción humanitaria o exposiciones divulgativas. En resumen, postureo.

Les transcribo literalmente las cuatro líneas finales del documento (página 221), para que cada cual juzgue la tomadura de pelo con su propio criterio: «En los procesos de concurrencia competitiva para el desarrollo de proyectos de cooperación y microacciones se han generalizado durante los últimos cuatro años importantes avances de apropiación del enfoque de sostenibilidad medioambiental por los actores; no obstante, el impacto es ciertamente muy desigual». Fin de la cita, como diría Mariano.

Y se quedan tan anchos. Este es el tono general del informe, ¡y la Junta, o sea, usted y yo, y todos, pagamos por esta basurilla! La Acción por el Clima no es hablar de «apropiación del enfoque de sostenibilidad», tontería supina que no sabría explicar ni siquiera el habilidoso consejero del ramo. Acción por el clima, urgente, perentoria, es parar las agresiones al medio ambiente, ya sea la ley de caza cuestionada por el Tribunal Superior de Castilla y León, la persecución del lobo, las macro granjas o las industrias contaminantes, con chimeneas del siglo pasado y tecnologías obsoletas, que comprometen el futuro de nuestros ecosistemas.

La Acción por el Clima, en Castilla y León y en El Bierzo, ha de ser quirúrgica y exige amputaciones de los órganos gangrenados: basureros, chimeneas tóxicas, incineradoras, minas a cielo abierto, etc. El desafío o la emergencia interpelan a todas las Administraciones Públicas, desde la Junta hasta el más pequeño ayuntamiento; pero también a las empresas, a las familias y a cada persona. No hay excusas. No podemos seguir viviendo con una media de cuatro o cinco coches contaminantes por familia, con la calefacción a tutiplén, grifos y duchas abiertos a chorro y un reguero de plásticos y basura después de cada visita al supermercado o después de cada Nochevieja.

Alguien, y esto es Acción por el Clima, tendrá que decirnos que nos estamos comiendo, bebiendo y quemando nuestra ración y la de mil familias que consumen el equivalente a un euro diario. Es urgente dejar el coche en el garaje, usarlo lo mínimo mínimo mínimo y caminar, cambiarlo cuanto antes por uno eléctrico -¡Que rabien las petroleras!-, cerrar el grifo y apagar la luz -¡Que rabien las eléctricas!-, reciclar ropa, muebles, utensilios, evitar plásticos, comprar menos… no caer en las mil y una trampas de la sociedad de consumo. Y exigir a las Administraciones que cambien el paso y rectifiquen las políticas catastróficas que nos han traído hasta aquí.

El grito de guerra de Greta Thunberg ha sonado rotundo ante la Asamblea General de la ONU o en la COP21 de Madrid, pero aún no se escucha en El Bierzo, ni en tu casa ni en la mía, ni en unas Administraciones aquejadas de ceguera y sordera crónicas, que siguen amparando con su activa complicidad las incineradoras, las gasolineras, y las multinacionales. «Cuantas más cosas se poseen, más pobre es uno», decía Thoreau.

Nuestra felicidad no necesita más objetos, sino menos: gastar menos, producir menos, consumir lo mínimo. Reducir, reciclar y reutilizar: #BasuraCero, Residuo Cero, en afortunada expresión de Paul Connett, limpiar el planeta de basura, comunidad a comunidad, familia a familia.Una verdadera Acción por el clima para empezar el Nuevo Año podría ser un sabotaje mundial al consumismo.

Thoreau nos enseñó el camino de la desobediencia civil: es tiempo de pasar a la desobediencia comercial, mercantil y energética. Es tiempo de apagar el interruptor del sistema y construir una pequeña cabaña. Feliz 2020. #ODSéateBierzo!

Próxima semana: ODS 15, Ecosistemas terrestres
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