Ocho delitos bercianos

La semana pasada el Bierzo bautizó una operación antidroga en Málaga y la mayor de la historia lleva el nombre del 'Temple' en referencia al hotel berciano

A. Cardenal
13/11/2017
 Actualizado a 18/09/2019
Fachada del Hotel Temple de Ponferrada, en una imagen de archivo.
Fachada del Hotel Temple de Ponferrada, en una imagen de archivo.
El pasado 30 de octubre, en Málaga, agentes de la Policía Nacional desarticularon una trama de narcotraficantes dedicada al tráfico internacional de marihuana entre España y Holanda, un operativo que se saldó con cinco detenidos y la incautación de 283 kilos de droga, 12.000 euros en efectivo y bienes valorados en más de 200.000 euros.
Este operativo se bautizó con el nombre de ‘operación Bierzo’, y no es la primera vez que ocurre. El hotel Temple de la capital berciana sigue dando nombre a la que casi veinte años después, sigue siendo la mayor operación contra el narcotráfico hecha en España y en su momento fue el segundo mayor golpe a nivel mundial.

En julio de 1999, el arrastrero Tammsaare fue abordado por policías y aduaneros con más de 10 toneladas de cocaína como mercancía, lo que supuso la caída de una red con más de medio centenar de implicados.

¿Por qué operación Temple? Porque las Policía Nacional inició su investigación a raíz de descubrir una serie de reuniones entre miembros de los carteles colombianos y traficantes españoles en el hotel de la capital berciana, un descubrimiento gracias al que se empezaron a descifrar las conexiones entre cárteles y narcos locales y terminaría con el abordaje del Tammsaare cerca de las islas Canarias.

Así, la operación Temple se saldó con 55 detenidos, entre ellos Alfonso León, ‘Antonio’, al que los investigadores consideraban la principal voz y conexión de los cárteles de Colombia en España.

El Temple es el ‘apellido’ berciano de uno de los grandes hitos de la lucha contra el narcotráfico en Europa, perono ha sido la única vez –ni la última– que el Bierzo ha bautizado casos que han traspasado las fronteras de la comarca.

Es el caso del Rambo del Bierzo. Es el sobrenombre con el que se conocía a A.G., residente en la pedanía de Quilós, que convirtió su casa en un museo del nazismo y subió a la web videos suyos disparando todo tipo de armas, algunas de gran calibre. Tanto su caso, como su libertad tras cumplir diez años de trabajo a la comunidad –los vecinos siempre destacaron que estaba plenamente integrado y se había reformado–, fueron noticia a nivel nacional.

También lo fue Casandra Vera, una tuitera de origen berciano –sus padres residen en Lillo del Bierzo– que se convirtió en el símbolo del debate sobre los límites del humor y la libertad de expresión tras ser condenada a un año de cárcel por sus tuits sobre Carrero Blanco.


Casos ‘virales’


El de Casandra fue el último de los casos ‘virales’ que tuvieron la comarca como telón de fondo. El año pasado, fue encarcelada V.G.G., de 34 años, por acusar falsamente a su ‘ex’ de echarle pegamento a la vagina. El testimonio de la mujer había provocado que se enviara a prisión a su ex pareja, pero la Policía descubrió indicios de que las herramientas para simular la agresión habían sido adquiridas por la propia mujer.

También el año pasado varios hosteleros denunciaron la existencia de la famosa ‘banda del sinpa’, cuyo cabecilla terminó siendo detenido.
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