Ocho apellidos bercianos... y judíos

Una conferencia ahondará en el origen sefardí de algunos de los apellidos más comunes en la comarca del Bierzo

V. Silván (ICAL)
10/04/2016
 Actualizado a 19/09/2019
Guía telefónica en el que aparecen muchos apellidos de origen sefardí en la comarca del Bierzo. | CÉSAR SÁNCHEZ (ICAL)
Guía telefónica en el que aparecen muchos apellidos de origen sefardí en la comarca del Bierzo. | CÉSAR SÁNCHEZ (ICAL)
“Los apellidos hablan, y mucho, lo único que a veces no sabemos entenderlos”, afirma el coordinador del Centro de Documentación Moisés de León, Isaac Benabraham, que el próximo viernes pasará por Ponferrada con la conferencia 'Buscando las raíces de los apellidos judíos', organizada por el Instituto de Estudios Bercianos (IEB). ¿Es Arias un apellido judío?¿Qué relación puede haber entre el león rampante del escudo de León y el de Jerusalén? ¿Que tienen en común Ford, Renault o Talbot, aparte de ser tres marcas de coches? Son algunas de las preguntas que parecen no tener relación entre sí y a las que Benabraham da respuesta tras ahondar en diversas fuentes documentales que permiten rastrear el origen hebreo de algunas familias.

Todas las personas suelen interesarse por su orígenes, ya que es un elemento básico de la identidad, y parte de esa búsqueda se centra en sus antepasados. Estudiar la genealogía puede ser un camino difícil y complicado, pero tiene unos grandes aliados, los apellidos. “Las personas van buscando las raíces y podemos encontrarlas en muchos apellidos judíos”, señala Benabraham, que destaca que están muy presentes en la zona de la comarca del Bierzo.

“Es curioso, en la conferencia vamos a hacer hincapié en los apellidos de origen judío que hay en Ponferrada y el Bierzo, va a ser de alguna forma sorprendente porque llama la atención que haya tantas raíces judías y tanto desconocimiento de las mismas”, añade el experto. Entre los sefardíes -como se denomina a los judíos originarios de España y Portugal-, puede haber algún apellido de origen hebreo, pero es común la adopción de apellidos de origen castellano en el momento de su expulsión en 1492 y, puntualiza Benabraham, también con anterioridad.

“No hay que olvidar que la primera gran huida se produjo en 1391 y a partir de ese año empieza a haber muchas convulsiones identitarias entre aquellas personas que había sido judías o descendientes de judíos en España”, recalca. Y es que un siglo antes de su expulsión por los Reyes Católicos, los judíos ya fueron perseguidos y sometidos a su conversión forzosa. El 6 de junio 1391, la llamada 'revuelta antijudía' llevó al asalto de la judería de Sevilla, provocando la extinción del judaísmo en una ciudad que tradicionalmente había tenido una importante presencia de hebreros y numerosas sinagogas.

A partir de ese lugar se extiende como la pólvora por toda la península con saqueos, incendios y matanzas. “Se calcula que fueron asesinados unos 10.000 judíos y se forzó la salida de España, aunque es difícil de concretar, de unos 50.000 en ese momento”, resalta Benabraham, para quien 1492 sólo supuso la culminación de una serie de medidas políticas que llevaron a la expulsión y la extinción del judaísmo en España como religión. Por ese motivo, con las conversiones forzadas y los estatutos de limpieza de sangre, los judíos optaron por cambiar de nombre y apellidos, intentando ocultar sus orígenes.

31.000 apellidos


El Centro de Documentación Moisés de León tiene un listado de unos 31.000 apellidos sefarditas, documentados y estudiados. Así, se puede comprobar que muchos adoptaron apellidos comunes de “cristianos antiguos” como puede ser Rodríguez o López. “Pero eso no significa que todas las personas que lleven ese apellido son de origen judío”, puntualiza el historiador, que añade que en esta zona de León es frecuente el uso del Gómez o el Robles que “no son judíos, pero son apellidos castellanos que fueron utilizados y que siguen siendo utilizados por sefardíes”.

Según Benabraham, hay pocos apellidos españoles y portugueses que tengan origen judío, algunos tan utilizados y presentes en el Bierzo como Arias, que deriva de Urías -nombre del marido de Betsabé, mujer de la que se enamoró el rey David y al que situó en el lugar más peligroso de una batalla para provocar su muerte-, o Abad, cuyo origen está en la palabra 'Abba', que significa padre en arameo. “También, por ejemplo, entre los judíos se utiliza la palabra Ros para decir cabeza, y ahí está el origen de apellidos como Venaroz, que quiere decir hija del cabeza, hija del que manda”, añade.

“Hay muchos otros, yo invito a disfrutar de la conferencia y conocer todos esos orígenes”, aconseja este experto judío, que adelanta también la presencia de algún Saavedra en el Bierzo como “un apellido poco común entre judíos, pero que si lo relacionamos con Cervantes, tendríamos para varias conferencias”. “El tema de Cervantes viene de lejos, ya desde Madariaga, a principios del siglo pasado, se estudia la relación entre el escritor con lo judío o criptojudío -persona con adhesión confidencial al judaísmo mientras se declara públicamente ser de otra fe-”, cuenta.

Un apellido para la nacionalidad


El año pasado se aprobó una ley que facilita la concesión de la nacionalidad española a los sefardíes originarios de España y el Centro de Documentación Moisés de León es una de las instituciones habilitada para expedir esos certificados que acreditan la condición de sefardíes y la especial vinculación con España, ya que no basta con aparecer en algunos de los listados que se pueden encontrar en Internet y que no son oficiales. “Ahora estamos trabajando, entre otros aspectos, en los estudios para poder dar ese certificado que acredita que la persona que quiere recuperar esa nacionalidad española es de origen sefardí”, explica Benabraham.

Un trabajo que será largo porque la documentación exigida por el Gobierno de España es muy laboriosa, con mucha información que hay que traducir . “De momento, la mayor parte está en trámites para la expedición de los certificados y empezaremos a tener cifras oficiales en un año y medio o dos”, valora el coordinador del Moisés de León, que recuerda la historia de algunos sefardíes españoles como un Gómez, que fundó la primera sinagoga en Nueva York.

“Era de una familia Gómez, de judíos de España, que se fueron tras la expulsión y sobre el 1600 terminaron en Amsterdam y de ahí pasaron al Caribe y Nueva York, donde establecieron la primera sinagoga judía de la ciudad, que era una sinagoga sefardí”, relata. También de origen sefardí era Isaac Navon, que fue el quinto presidente de Israel, o Silvan Shalom, ministro de Exteriores hasta el año pasado. “Relacionado con Silván, el pueblo y el río en el límite entre León y Zamora”, apunta Benabraham. Y es que hay mucha historia y muchas historias detrás de un apellido.
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