Nuevo escollo en el caso de Sara Calleja

Un error en la grabación de la declaración del maltratador que supuestamente indujo a la leonesa a suicidarse vuelve a poner en peligro el avance del procedimiento

I. Herrera
11/02/2017
 Actualizado a 10/09/2019
Sara Calleja junto al hombre que presuntamente le indujo a quitarse la vida la madrugada del 11 de julio de 2015.
Sara Calleja junto al hombre que presuntamente le indujo a quitarse la vida la madrugada del 11 de julio de 2015.
Sara Calleja se tiró por la ventana de su casa en Ibiza desesperada por el acoso de su maltratador. Así lo entiende la Policía Nacionaly así está pendiente de que se reconozca en los tribunales. Una causa que, después de dar varios viajes entre León e Ibiza –Sara puso 17 denuncias contra su presunto acosador en León y otras dos en Ibiza, donde se había ido a vivir huyendo de Christian C.–, pues ningún juzgado parecía asumir las competencias del caso, vuelve a encontrar trabas en su desarrollo.

Después de que el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 1 de León retomara el caso se procedió a tomar declaración al acusado, residente en Bruselas, por lo que se llevó a cabo mediante videoconferencia. Sin embargo, su testimonio no se escuchaba y fue preciso pedir una copia al tribunal belga, que llegó, pero con más contenido del necesario y del permitido, una conversación privada entre el acusado y su abogado defensor que se habría grabado por error, según habría detectado el Ministerio Fiscal y tal y como revela el Diario de Ibiza.

Aferrándose a estos hechos, el letrado de Christian C. ha solicitado la nulidad del testimonio obligando al juez a resolver sobre este asunto que vuelve a frenar el avance del procedimiento. Tal y como explican en el citado diario, la declaración del investigado se llevó a cabo el 25 de mayo de 2016 desde Bruselas, acusado de los presuntos delitos de quebrantamiento de condena, amenazas, maltrato psicológico e inducción al suicidio. Lo hacía acompañado de un abogado, un traductor y un miembro de la Fiscalía, y con el juez, la letrada de la Administración de Justicia, el fiscal y los abogados de la acusación particular y la defensa y otro traductor en la sala del juzgado de Ibiza.

El caso es que el abogado de la defensa fue designado de oficio ese mismo día por lo que minutos antes de la declaración mantuvo una entrevista privada con el acusado para abordar su estrategia de defensa que quedó grabada, por error, junto a la declaración que remitió el tribunal belga.

Según el letrado de Christian C., que en su testimonio negó todas las acusaciones que se formulan contra él aseverando que tras el año que cumplió en prisión –hasta diciembre de 2014– condenado por un delito de amenazas en el ámbito familiar jamás volvió a contactar con Sara, a pesar de que le fueron mostrados paquetes y mensajes que ella habría recibido de su parte.

Sara Calleja, que nació en Ponferrada en 1963, puso fin a su suplicio la madrugada del 11 de julio de 2015 en Ibiza a los 51 años de edad. «Estoy muy cansada y necesito descansar; mi vida es insoportable», escribía ella misma en una carta dirigida a la titular del Juzgado de Violencia de Género un día antes de quitarse la vida: «Mi vida estaba en sus manos, señora jueza, y sin embargo parecía que cada vez que yo denunciaba, aburría». «Muchas mujeres retiran sus denuncias porque es una agonía aguantar un proceso del que nunca sales entera», lamentaba Sara, que reconocía no tener más fuerzas. «Yo ya no puedo más. Mi vida ya no tiene luz ni esperanza. Christian me robó todo. Él ganó».
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