01/05/2020
 Actualizado a 01/05/2020
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Parece que el Gobierno ha decidido, tras consultar a esos supuestos expertos que parece tener, que es momento de empezar a salir a la calle y reanudar poco a poco la actividad económica perdida.

Ya era hora y efectivamente no podemos esperar ni un día más para intentar salvar lo poco que nos quede de economía, porque si dramática está siendo la crisis sanitaria, no va a ser menos dramática la crisis económica que nos espera a la vuelta de la esquina.

Aunque comparta el fondo, no comparto para nada las formas. El Gobierno sigue sin dar la importancia que debiera a los test masivos y nos van a desconfinar sin que a la inmensa mayoría de los españoles les hayan dicho si están infectados, si tienen anticuerpos o si siguen ‘vírgenes e inmaculados’ del Covid-19. Esperemos que en julio no tengan que volver a encerrarnos.

Hay un sector de la población que sí parece lo suficientemente fundamental para que el Ministerio de Sanidad autorice la realización de test. No les hablo de los empleados de supermercados cuya labor heroica no es lo suficientemente reconocida, ni de los de la banca, ni de los autónomos. No. El sector al que Sanidad ha dado luz verde a la realización de test son a los futbolistas. Ahí es nada.

Me parece bien que a los futbolistas se les hagan test, pero quizá 22 personas corriendo tras un balón en más de 7000 metros cuadrados, no sea la población de más riesgo.

La famosa desescalada con sus complejas fases, no responde a criterios técnicos ni a ningún plan sanitario. El Gobierno nos deja salir a la calle totalmente sobrepasado y ‘empujado’ por la hoja de ruta de los países europeos, que sí están actuando con unas directrices claras.

Prueba de ello es el guirigay que se ha formado en la hostelería por las medidas de desconfinamiento de espaldas al propio sector.

Otro de los motivos para permitir retomar la actividad económica, es la agónica situación de las cuentas públicas que ya no aguantan que, en estos momentos entre funcionarios, pensionistas varios, parados, afectados por los Erte y autónomos con prestación, supongan más del 40% de la población activa. Del todo insostenible.

El Gobierno está liquidado y no aguantará mucho más de finales de este año tras el rescate de Europa al que nos tendremos que acoger a la vuelta del verano y las durísimas condiciones que nos aplicarán en relación a los sueldos de los funcionarios, las pensiones, el IVA, los servicios sociales, los peajes en autovías, la racionalización de las administraciones...

El Gobierno de España y los partidos políticos que lo sustentan lo saben y tal como hizo Grecia en la crisis financiera, se empecinarán en alargar todo lo posible ese rescate de Europa, con el consiguiente deterioro, hasta que la situación les dé un baño de realidad y no les quede más remedio que asumir el fracaso.

Siempre todo, tarde, mal y nunca.
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