Nuestros pájaros

24/06/2021
 Actualizado a 24/06/2021
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En aquella España que nos construyeron y, sobre todo,con la que nos llenaron la cabeza de pájaros para que abandonáramos nuestra tierra de pájaros de verdad, con sus nidos en nuestros árboles, e irnos a disfrutar de los humos y los trabajos en cadena de las tierras que habían decidido convertir en prósperas –así se lo han pagado, por cierto–; en aquella España, en aquel León, los chavales bajábamos en el coche de linea a los internados, al seminario, al médico o a que nuestras madres nos compraran ropa de domingo, la de diario nos la hacían ellas. Yal pasar por delante de un colegio veíamos las canastas y las porterías de balonmano e, incluso, algún balón de rugby para mayor gloria de la modernidad. Recordábamos nuestras porterías hechas con dos piedras en las que la altura se calculaba a ojo y sentíamos un sentimiento de congoja, de pena, de desigualdad, de sueños de tener esas cosas pues nadie nos había dicho el tesoro que podía ser jugar en la hierba del patio de la escuela, hacer la gimnasia de subir a los árboles, la carrera continua de ‘Tres marinos a la mar’ por todas las calles del pueblo,la aventura de entrar en La Profunda y encontrar ‘villamaninita’... Nada que hacer ante las cosas que nos decían de la ciudad, las que veíamos.

Y hasta construimos nuestras propias canchas. Renunciamos a nuestros pájaros. Compramos sus mentiras y lo pagamos con soledad y ortigas.
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