"No hemos alcanzado ese otro modelo de empresas limpias en el Bierzo"

Luis Canedo, presidente de Honor de Bierzo Aire Limpio

Mar Iglesias
20/06/2022
 Actualizado a 21/06/2022
Canedo en una de las principales manifestaciones de BAL que consiguió una fuerza social inaudita hasta entonces.
Canedo en una de las principales manifestaciones de BAL que consiguió una fuerza social inaudita hasta entonces.
Su bandera es la de la lucha por los derechos y el medio ambiente. En ella ha estado desde que hacía el servicio militar en Madrid, y después, desde casa, en Galicia, comenzó a vincularse al movimiento comunista. Más tarde  llegó a Ponferrada, donde trabajó en la central de Anllares hasta su prejubilación, cuando quiso seguir el camino del asociacionismo. Fue uno de los creadores de la Coordinadora Pacifista, un referente en la lucha contra la mili y la OTAN en ese momento. Después formó parte de la Asociación Ecologista en defensa de la naturaleza, Aedenat.

Fue cabeza de luchas sindicales, sobre todo relacionadas con la salud laboral y en 2008 se implicó con Ecologistas en Acción, primero como un apoyo, hasta que acabó creando la Plataforma Bierzo Aire Limpio, desde la que lleva luchando 12 años y a la que ahora deja con una nueva Junta directiva encabezada por Elena de la Puente. Pero la Plataforma no quiere desligarse de quien la creó y ha nombrado a Canedo presidente de Honor de Bierzo Aire Limpio. 

-Doce años de trabajo sin descanso y parece que no se ha frenado el empuje de empresas contaminantes, ¿qué balance hace del trabajo realizado desde la agrupación?
-Empezamos para ir en contra de la quema de neumáticos en la cementera de Cosmos, cuando ésta formuló la primera autorización, pero iba más allá, porque se hablaba de incinerar harinas, plásticos, grasa animal...Después fue cuando nos legalizamos como asociación, aunque primero fue plataforma y se quedó con el nombre.

-¿Qué fueron consiguiendo?
-Nuestro papel ha sido difícil. Nos ha tocado cuestionar una serie de proyectos contaminantes que pretendían nacer como uno de plomo y zinc, que conseguimos que no se instalara. Nuestro planteamiento era que, después de diez años de minería, que dejó sus consecuencias ambientales en los ríos, porque en los años 80 se iban muchos residuos a ellos, pudiéramos cambiar esa tendencia. Buscábamos otro modelo industrial que no fuera destructivo con la naturaleza, sino que se basara en nuestros recursos naturales, en la agroalimentación. Nuestra idea era tratar de impulsar toda la manufactura aquí. Eran nuestros principios. A partir de la crisis de 2008, con los cierres de las térmicas, pasamos a ser un elemento discordante que muchas veces no se entendía, porque creían que estábamos cuestionando el empleo. No hemos alcanzado los éxitos de conseguir ese otro modelo de empresas limpias en el Bierzo. En la última etapa creo que no se ha valorado nuestro trabajo.

- ¿Cree que los políticos y las administraciones les han ninguneado?
-Si, pero hemos tenido momentos de gran apoyo social e incluso político, como la manifestación contra la incineración, en la que estuvo Luis del Olmo y que juntó a más de 8.000 personas. Gracias a ese movimiento se paralizó la incineración. Ganamos socialmente. En ese momento, la presión social fue muy importante, tanto que la Junta decidió paralizar ese proyecto. El día de la movilización se cerraban las elecciones autonómicas y nos dijeron que el presidente de la Junta, Herrera por entonces, había dicho que si tenía que elegir entre el sector industrial o el agroalimentario, lo haría por el segundo. Ahí cumplieron. Después ganamos en los juzgados y  la autorización tuvo que volver atrás con modificaciones.

-¿Qué se queda sobre la mesa en su salida como potavoz?
-Dejo la cabeza de BAL con dos juicios aún pendientes sobre este tema y otros tres contra Forestalia por autorizaciones que solicitaron. También con el tema de la central de calor en Ponferrada y con la apertura de una empresa de reciclaje de residuos cerca del cementerio que consideramos peligroso.

-Toda esa lucha ambiental, cuando llega a los juzgados requiere un montante económico importante ¿siempre han tenido respuesta para conseguir seguir adelante?
-Sí. Ahora estamos económicamente bastante bien. Hemos pedido ayuda social por las redes para continuar con la lucha en los juzgados y superamos los 7.000 euros. En los primeros contenciosos conseguimos 6.000 euros. Estamos satisfechos con ese respaldo social.

-¿Se va con buen sabor de boca?
-Sí. Creo que hemos tenido un papel muy importante. Lo que hemos intentando ha sido unir al movimiento ecologista. Hemos peleados juntos en estos temas. Aunque no hayamos, de forma clara, conseguido lo que queríamos, en algún momento sí sentimos que era así. Sobre todo cuando realizamos las movilizaciones de "Salvemos el Bierzo", con los siete maratones que realizó Basurco en contra de la incineración, sí vimos que podíamos conseguir algo. En aquel momento había tres proyectos contaminantes a abrir en la zona que generarían 350.000 toneladas de residuos y conseguimos parar algunos. Pero hemos visto que se nos escapa la fuerza por la boca diciendo lo bonito que es el Bierzo y permitiendo que nos convirtamos en sede de residuos de fuera.

-Y con todo ese bagaje a sus espaldas ¿cómo ve el futuro del Bierzo medioambientalmente hablando?
-La verdad es que me voy con una espinita, que no conseguimos ver la instalación de empleos sostenibles como queríamos, de conseguir un sitio de desarrollo tecnológico como Silicon Valley, para darle la vuelta a la zona, que llegó a contar con cinco grupos térmicos y siete empresas consideradas contaminantes, de las que ahora quedan dos. Queríamos llegar a tener empresas que fueran un ejemplo y que el Bierzo fuera un efecto llamada sobre esa economía de futuro. Había muchas ideas y gente joven que apostaba por ellas, pero se quejaban de la falta de apoyos de las instituciones. Eso contrasta con otros proyectos como el de Forestalia que sí tenían todos los apoyos. Era gente que quería quedarse en su tierra, pero no pudo. No tenemos tanta capacidad de influencia para conseguirlo. Solo en momentos puntuales la hemos tenido, cuando conseguimos unir a la sociedad berciana.
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