Nicolás García: "La educación es la palanca para hacer de la sociedad un lugar más justo"

El leonés es el presidente de SED España, una organización impulsada por los Maristas con proyectos en todo el mundo

L.N.C.
16/02/2021
 Actualizado a 16/02/2021
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La educación, cómo se educa y con qué objetivos se educa, sigue siendo la herramienta más eficaz para que las sociedades puedan asomarse a un futuro más esperanzador. Y es sin duda el motor más robusto que mueve a miles y miles de voluntarios por los cinco continentes para acometer este cambio al amparo de las siglas de la organización Solidaridad, Educación y Desarrollo, SED, ideada por los Maristas, Maristas San José y Maristas Champagnat. Desde 1992 no han cesado en idear, diseñar y luego trasladar a muchos confines del globo terráqueo todo tipo de proyectos que permitan a las sociedades más desfavorecidas levantar cabeza y seguir adelante. Nicolás García Martínez, presidente de SED España, lleva pateando muchos años estos escenarios en donde la pobreza no es una elección y los efectos devastadores de un calentamiento climático barren el futuro de estas personas con demasiada frecuencia. Los proyectos se cuentan por miles y su puesta en escena funciona con dos resortes imprescindibles, por un lado los voluntarios y por otro los propios nativos que se corresponsabilizan. Un ejemplo, en Honduras existe un centro de atención a jóvenes que dirige un leonés que cuenta con un merecido reconocimiento. «Se trata de un centro que acoge a chicas y chicos que no tienen familia nidonde ir y están excluidos. Gracias a esta labor», señala con orgullo Nicolás García, «cada vez que, por la causa que sea, se desplaza allí algún equipo de voluntarios de León, de inmediato son reconocidos y valorados. Allí contamos con voluntarios nativos que se corresponsabilizan del desarrollo del proyecto».

– Como siempre vayamos al origen, ¿Cómo surge e proyecto SED y cuál es el esquema de trabajo?
– Nace en 1992, y por tanto en 2022 cumplimos 30 años. SED Maristas se establece en toda España y se organiza en torno a cuatro delegaciones de trabajo, una de ellas en León que abarca Castilla y León, Asturias y Galicia, tanto desde Maristas San José como desde Maristas Champagnat.

– Desde este punto de partida comienza a funcionar la maquinaria de diseño de proyectos y de trabajo del voluntariado.
– Sí, los grupos de trabajo se encargan del diseño de los proyectos que llegarán a 28 países, de la mano de 120 voluntarios, aunque en España contamos con más de seiscientos que colaboran para trasladar esta carga de solidaridad a zonas muy devastadas. Pero también contamos con el respaldo y el apoyo de padres y madres de alumnos de muchos de los colegios que se quieren sumar a esta corriente que al final genera un gran bienestar entre ellos mismos.

– Descendamos al detalle. ¿En qué están trabajando en estos momentos?
– Hay varios frentes. Por ejemplo estamos trabajando en 21 proyectos COVID para analizar las consecuencias de la pandemia en los tres continentes más devastados por el virus, África, Latinoamérica y Asia y para, lógicamente, buscar soluciones. También está en marcha el desarrollo de 80 proyectos para 14 países diferentes que abordan problemas muy diversos. En algunos casos se trata de algo tan imprescindible como buscar pozos de agua, muy ligados a una planificación agrícola que facilite un autoabastecimiento. Pero la lista es larga, desde la creación de escuelas, al empoderamiento de la mujer tan necesaria en estos continentes, como la generación de expectativas laborales para jóvenes, ligadas a las necesidades de cada lugar.

– Lo que parece claro es que la educación sigue siendo la columna vertebral de todos ellos. ¿Cómo se educa para ser más solidarios?
– El cómo es básico. Las matemáticas pueden servir para manejar recursos y depende cómo se oriente. Una enseñanza orientada a crear empresas sostenidas, en las que la participación sea equilibrada y diseñadas para generar riqueza que pueda distribuirse con equidad, no es lo mismo que centrarnos en cómo generar riqueza sin tener en cuenta su efecto en la sociedad y en el propio planeta. Y esto tiene que ver con las matemáticas. Podemos enseñar una historia de guerras y batallas u orientarla hacia una sociedad en equilibrio, sin grandes desajustes. La educación siegue siendo la palanca para transformar la sociedad en un lugar más justo. Incluso a la hora de explicar la geografía, porque no debemos olvidar que la distribución de países no responde a una lógica natural, es el fruto de constantes cambios provocados por el empecinamiento humano de someter y/o aniquilar al vecino.

– En todo este proceso el papel de los voluntarios de aquí y como del lugar de destino, es básico.
– También estamos trabajando en León en otros proyectos importantes, todos los son, destinados a Mozambique, Zambia, Honduras y el Salvador. Allí contamos con la contraparte, el trabajo que desarrollan los nativos de la zona una vez ponemos en marcha el proyecto en concreto. Pero, como ya he señalado antes, los voluntarios de León son recibidos con los brazos abiertos en muchos países. Como sucede en Honduras, un leonés ha gestionado la puesta en marcha de un proyecto para ayudar a chicos y chicas desarraigados y excluidos, y eso lo notan los voluntarios de León que van allí por primera vez por el cariño y el respeto con que son recibidos.

– Para desarrollar este ambicioso programa hacen falta muchos recursos.
– Claro que contamos con ayudas públicas, las que el gobierno establece para la cooperación internacional. Pero también tenemos mucho apoyo privado y queremos mantener que al menos ésta sea la mitad del total. No podemos olvidar los 2.800 colaboradores de todos los países con los que contamos, de los cuales 600 son españoles. Es otra forma de mostrarnos su apoyo y es muy gratificante para nosotros. Esta corriente solidaria es la que nos mueve día a día a pensar en cómo podemos mejorar la vida de tantas personas en situación muy difícil.

– Cambiamos de tercio. Siempre han estado ligados a la Plataforma del Voluntariado de León.
– La plataforma siempre es un buen vehículo para interactuar con otras organizaciones y sobre todo para dar a conocer el trabajo que implica a tanta gente. Personas anónimas que no buscan ningún tipo de reconocimiento público, no buscan que les adulen. ¿Sabes lo que buscan, como voluntarios, trabajando en países donde incluso resulta difícil vivir? La satisfacción que reciben, que siempre, aseguran, es muy superior a lo que dan.

– Y que esta ciudad sea sede de la Plataforma de Castilla y León del Voluntariado aumenta las expectativas.
– Sin duda ayudará a que se conozca más y mejor nuestra labor.

– Por cierto y con ello concluimos. ¿Es cierto que no podemos vivir sin solidaridad?
– Podríamos explicar muchas razones que avalan esa afirmación. Pero es fácil de entender de una manera sencilla. No seríamos raza humana.
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