Nevadona

03/02/2018
 Actualizado a 09/09/2019
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Cuando era pequeña recuerdo que agradecíamos con gran contento las nevadonas que caían en León, entre otras cosas porque si tenías suerte no tenías que ir al colegio. Cuando te haces mayor, aunque a nadie le desagrada ver nevar por la estampa tan bonita que nos regala, la realidad es que al final se convierte en un coñazo supino para las actividades cotidianas. Y más si los que gobiernan la ciudad están poco avispados y no llegan a tiempo para evitar este tipo de desastres. De todas formas, los años pasan, las cosas avanzan y las posibilidades de resolver este tipo de problemas también. Pero a veces la mente humana y la toma de decisiones de algunos siguen quedándose algo rezagadas. El caso es que ayer viernes mi señora madre necesitaba ir al hospital. Era algo urgente, no podía cambiarlo para otro día. Entre otras cosas porque tal y como está la seguridad social como para ir retrasando las citas… Vivimos en Villaobispo y mi madre no tiene coche. A esto le unimos que encima cae la gran nevada y los autobuses no pasan. Pues bien, queda con mi tío para que pueda ir a recogerla, pero en medio del camino: desastre. Coches cruzados en medio de una cuesta y mi tío, más otros tantos coches, se quedan literalmente atrapados en medio de una rotonda en Era de Renueva sin vistas de poder moverse. Más de media hora parados. En León capital, no estamos hablando de un pueblo de montaña ni de un puerto. Total que mi madre, nerviosa porque no llegaba a la cita, sale a la general de Villaobispo, llama a taxis –que ni estaban ni se les esperaba, claro– y sólo se le ocurre a ella que ponerse a hacer dedo. Si sí, como se lo cuento. Con la suerte de que una amable chica la subió en su coche y la acercó al hospital, viendo el panorama que había y las pocas posibilidades que iba a tener mi madre de salir de allí en toda la mañana. Si es que la generosidad de los leoneses… qué duda cabe. Pero por Dios… que estamos en el S.XXI y casi todos los años se repite la misma historia, pero nada, no aprendemos.
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