Neutralidad

28/02/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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A última hora y en ya en periodo electoral, el gobierno de Pedro Sánchez ultima nuevos decretos y saca treinta mil plazas públicas. Medidas que bien podían haber llegado mucho antes, por que en nueve meses de mandato no les he visto hacer demasiadas cosas y eso que en la moción de censura prometieron y prometieron y prometieron. Ahora piden y piden y piden, nuestro queridísimo voto, pero al igual que el resto de candidatos a nuestra presidencia. En las noticias diarias, Púnica o Gürtel son de los nombres más mencionados, junto a otros casos de no menos transcendencia, por que nuestros políticos han ido dejando un reguero de corrupción a lo largo y ancho de nuestro país que ya no tenemos dedos para contarlos. Estas elecciones prometen ser difíciles, ya no solo para los candidatos, también para una ciudadanía que cansada de tantas mentiras se siente confusa a la hora de tomar una decisión, al menos es la impresión que queda a la hora de hablar con tus más allegados. Miren ustedes, cuando en el regreso a casa después de una jornada laboral, te encuentras en menos de quinientos metros a una persona construyendo un lugar para pasar la noche en el cajero de un banco y una madre muy joven en un vagón del tren vendiendo pañuelos y preguntando por trabajo, solo me viene a la cabeza más que desesperación, a lo que me pregunto quién de todos nuestros políticos va a poner remedio a esta situación, podemos ser cualquiera de nosotros los que mañana nos encontremos en situaciones parecidas y voy a decirles que torres muy altas he visto caer. Me cuesta cursar baja de neutralidad, cuando ante mis ojos veo a diario situaciones muy críticas de personas que lo han perdido todo. Y vengo a decirles que esto no depende de izquierdas, ni de derechas, esto es un asunto de todos, de bienestar común, de políticas que aseguren una vida digna para todos y no solo para unos cuantos. Se nos llena la boca de tanta democracia, libertades y Constitución, pasándonos ésta última por el forro en la mayoría de sus artículos fundamentales. La Moncloa, ese ansiado trofeo con el que todos sueñan, la preocupación de un colchón nuevo o cambiar la prensa que recibir, fíjense ustedes que banalidad. Justo dentro de dos meses, irá o no, a depositar su voto, pero antes piénselo bien, ya no solo por usted, por sus hijos, por sus nietos, por España, le dirán muchos, pero ante no olvidemos que nos quieren tomar el pelo los unos, los otros, y no está demás decir que hasta los del más allá. Cordura señorías.
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