Negro betún

Aún no hemos comenzado las fiestas navideñas, pero la sensación es otra muy distinta. Las calles, los comercios y el omnipresente espíritu consumista tan locuaz como todos los años. Desde hace más de ciento treinta y cinco años Alcoy celebra su particular desfile de estas fechas, donde el betún y más el de color negro, es un clásico navideño de la ciudad levantina y que este año se ha hecho famoso. Ya hay críticas que proclaman la prohibición por considerarla racista. En fin, creo que lo he dicho todo y nada queda al azar, cada cual a su propio huerto. Pero lo más importante son los regalos pre-Navidad que nos llegan desde Madrid. Una carta disculpa sobre el parlamentarismo y ¡van a subir los sueldos 30€! ¡Tatachán! como si fuera un truco de magia y saliera la noticia de una chistera, porque díganme ustedes si con esta subida puede uno sentirse orgulloso de haber hecho algo realmente maravilloso o digno de aplausos. Les voy a decir, vengo de una familia de esas de médicos, ingenieros, abogados, procuradores, militares y en última instancia un juez, con un fuerte arraigo a los estudios, puramente tradicional. Pero ante la mirada perpleja de lo acontecido, lo curioso es que mi hermano siempre quiso conducir un camión, algo fuera de la tradición familiar, eso sí, antes tuvo que sacarse los estudios de imagen y sonido, pero por cumplir el hábito de generaciones de la parentela. Un currante que le gusta lo que hace y se lleva un buen jornal, incluso mucho más que algunos de nosotros, algo que parece no estar bien visto, disfrutar con el trabajo, ¡vaya ironía! También he de decir que se lo sacan del cuerpo, ya que sarna con gusto no pica, desde luego yo no podría trabajar en ello. La otra cara de las navidades la ponen todas las personas que no llegan a los 707,60€ que es el mínimo interprofesional, o aquellos que ni siquiera perciben un solo euro, que son muchos. Pero no se preocupen, que la dinámica de este país es maquillarlo todo para crear una ilusión perfecta de armonía, amor y bienestar. Vayan todos ustedes a comprar betún, el más negro que encuentren y maquillen sus vidas, seamos los negros más ingenuos que podamos, así de esta manera afrontaremos la Navidad con otra cara y no podamos ver la real. Y no, este año no tenemos al calvo de la Navidad, pero nos proponen un vídeo lleno de magia para que nos gastemos los cuartos en ilusiones, todas hechas de humo. ¡Llenemos de magia las calles! ¡Abrámonos a Papá Noel! A todo esto, no me olvido, ¡Feliz Navidad!