En este 2015 que ya ha sobrepasado su ecuador, la batalla se dividirá en varios frentes. Por una parte, Playstation 4 y Xbox One continuarán con su guerra particular gracias al lanzamiento de Metal Gear Solid V: Phantom Pain. La anterior entrega de la saga salió en exclusiva para PS3 y se convirtió en uno de los buques insignias de Sony en la anterior generación de consolas, lo que llevó a Microsoft a luchar para queeste nuevo capítulo este disponible también tanto en Xbox como en PC.
Con el título, que saldrá a la venta el próximo 1 de septiembre, abierto a todas las plataformas, queda por ver si los movimientos de la compañía norteamericana para llevar a Big Boss a Xbox se tienen buena acogida entre un público que hasta ahora solo había disfrutado de un remake de MGS 2.
En otro frente aparecen una nueva edición de los grandes simuladores deportivos, con FIFA, Pro Evolution Soccer (PES), Madden NFL y NBA 2K como grandes referentes. En el caso de 2K, se trata de una batalla de superación. Con NBA Live en pleno proceso de reestructuración, la filial de Take-Two tratará de dar un paso adelante que le ratifique en el rey de los simuladores, un título de referencia incluso para juegos de otros deportes por su profundidad y su capacidad de satisfacer a todo tipo de público. Por su parte, PES y FIFA saldrán a la venta apenas un mes después del arranque oficial de la temporada, un gancho con el que EA y Konami esperan seguir rentabilizando una de sus grandes franquicias.
Call of Duty (CoD) es otro habitual de estas fechas. Este noviembre vivirá el lanzamiento de la tercera parte de la saga Black Ops, un título que no contará con la competencia de Battlefield, sino de Rainbow Six, un juego que está en las antípodas en lo que ha jugabilidad se refiere, apostando por estrategia y realismo en detrimento de la acción frenética y explosiva de CoD.
Los Mobas saltan a las consolas
Hi-Rez Studios lanza hoy la versión de Xbox One de Smite, uno de los MOBAs más populares y el primero en atraverse a dar el salto desde el PC, plataforma que había sido coto privado del género.Si finalmente este ‘experimento’ se salda con éxito, Smite dará el pistoletazo de salida al desembarco progresivo del resto de grandes - League of Legends, Heroes of Storm y Dota 2 - en las consolas de sobremesa, que tienen ante sí el reto de que la jugabilidad, pensada para teclado y ratón, no se resienta a la hora de usar un mando.