Naturgy apuesta por la planta de hidrógeno de La Robla en la transición justa

El presidente de la compañía habló sobre el proyecto en una jornada de hidrógeno renovable organizada por el Miteco

Estefanía Niño
23/11/2020
 Actualizado a 23/11/2020
Fotografía de archivo de la central térmica de La Robla. | DANIEL MARTÍN
Fotografía de archivo de la central térmica de La Robla. | DANIEL MARTÍN
El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, participó el jueves en la jornada ‘Hidrógeno renovable: una oportunidad para España’, organizada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), en la que explicó que esta energía es una oportunidad para España. En este sentido, se hizo hincapié en que Naturgy compatibiliza su apuesta por el hidrógeno con la transición justa, y por ello ya está analizando dos proyectos, uno de 30 MW y otro de 50 MW de potencia, tanto en La Robla (junto con Enagás) como en Meirama (A Coruña), respectivamente.

La compañía energética plantea estos proyectos sobre los valores de la sostenibilidad y la transición justa, buscando el desarrollo de una economía verde, que permita además generar empleo en zonas rurales o de despoblación, con proyectos que buscan contar con todos los actores. Por ello, Reynés destacó la importancia de contar con equipos adecuados al dimensionamiento previsto del hidrógeno.

Asimismo, el presidente de Naturgy defendió también la importancia en esta transición de las redes de distribución de gas natural en España, que dispone de una estructura eficiente y competitiva. La inyección de hidrógeno en las infraestructuras gasistas permitiría cubrir las necesidades de gestión de vertidos, tener un sistema de almacenamiento estacional del sector eléctrico, y la descarbonización en los sectores finales. Esta inyección podría realizarse de una forma directa y sin necesidad de inversiones ni adaptaciones en redes y equipos finales.

Por último, apuntó que para hacer que el hidrógeno sea competitivo, los elementos clave a tener en cuenta son coste eléctrico y un marco regulatorio, y dentro de éste es importante que se destaquen los certificados de origen del hidrógeno para ayudar a asegurar que esto pase de ser una idea a una realidad que tenga trazabilidad en toda la cadena del hidrógeno.

El pasado mes de septiembre La Nueva Crónica se hacía eco de la información publicada por el diario económico El Economista en la que se avanzaba que La Robla acogerá la mayor instalación de hidrógeno de toda España. Una instalación que, según lo proyectado inicialmente, conllevaría una inversión de 266 millones de euros. El proyecto consta de un electrolizador de 32 MW, alimentado por una planta fotovoltaica de 150 MW, y almacenes para una producción diaria de 12 toneladas de hidrógeno verde y otras infraestructuras.

Esta iniciativa aparece en el informe de la consultora EY ‘A green Covid-19 recovery and resilience plan for Europe’, en el que se identifican proyectos relevantes que son candidatos a recibir apoyo de los planes de recuperación verde de los 27 socios comunitarios tras la crisis provocada por la Covid-19. Este proyecto está vinculado al proceso de transición justa alrededor de la central de carbón de La Robla, y forma parte de Green Crane, un proyecto hispano-italiano que aspira a exportar hidrógeno producido con renovables. En el caso de La Robla, El Economista avanzaba que el hidrógeno se exportaría hasta Rotterdam por medio de uno de los primeros gasoductos que se adaptarían para operar con hidrógeno, el que conecta la zona leonesa con el puerto asturiano de Gijón donde la Enagás dispone de las instalaciones de la regasificadora de El Musel.
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