Nantes 34 - Ademar 28: 'El Nantes humaniza al Ademar'

El conjunto leonés no pudo esquivar la lógica y, aunque llegó vivo a los últimos 15 minutos, se quedó ahí sin gasolina y cayó con claridad / La defensa nunca pudo frenar el ataque galo

Jesús Coca Aguilera
09/02/2020
 Actualizado a 09/02/2020
Lucin lanza por encima de la defensa del Nantes. | NANTES
Lucin lanza por encima de la defensa del Nantes. | NANTES
Un Nantes - Abanca Ademar habría sonado hace meses como una ‘misión imposible’ para los leoneses dada la abismal diferencia existente entre las dos plantillas.

Pero dado el excepcional rendimiento de los leoneses, pensar en comenzar la fase de grupos de EHF con una campanada no era en absoluto descartable. Y de hecho, especialmente en la primera parte pero en general hasta entrar en los últimos 45 minutos, las opciones estuvieron ahí.

Pero en la orilla, en ese tramo final en el que se notó mucho la diferencia de fondo de armario, acabó muriendo el Ademar, al que humanizó un Nantes que superó siempre con claridad la defensa leonesa y trabó su ataque en el tramo final, ganándole finalmente por un claro y contundente 34-28.

Tras ir hasta 4 goles abajo, seis paradas seguidas de Slavic pusieron al Ademar a uno (17-16) al descansoNo pudo esquivar la lógica la escuadra ademarista y acabó sufriendo una derrota esperada y que no daña sus opciones de clasificación, aunque sí dota aún de mayor importancia al choque del miércoles en León ante otro trasatlántico europeo como el Magdeburgo.

Toca dar un paso adelante tras un partido en el que únicamente con el 0-1 y el 1-2 fueron por delante, puesto que pese a que de inicio el ataque funcionó muy bien, con Lucin de ejecutor desde lejos y facilidad para encontrar en los seis metros a Marchán para que marcara o forzara penaltis, en defensa se echó muchísimo de menos al de nuevo ausente Gonzalo Carou y el 6-0 en ningún momento pudo frenar el vendaval ofensivo de los franceses.

Minne era imparable con sus penetraciones, Lazarov mantenía altos porcentajes desde nueve metros, Balaguer rompía la defensa bien desde el extremo o bien desdoblándose y Valero Rivera se mostraba infalible en los lanzamientos de penalti.

¿La consecuencia? Que poco a poco el Nantes fuera abriendo brecha y, a los 12 minutos, ya hubiese obligado a pedir tiempo muerto a Cadenas con el 8-5, llegando por primera vez con el 10-6 la diferencia a los cuatro que tuvieron en varios momentos de esa primera mitad.

Un parcial de 5-1, cuando tras el descanso empató Ademar, abrió brecha. Otro de 4-0, con el 25-22, fue la sentencia A ritmo de superar los 40 goles iban los galos, que llevaban ya 15 en los primeros 22 minutos y, si no habían roto el partido y seguían en esos cuatro (15-11), era porque en ataque seguía rindiendo bien un Ademar que aprovechaba por medio de Mario López los siete metros y vivía los mejores minutos de Vieyra de toda la temporada, con dos goles casi seguidos en lanzamientos lejanos.

Y entonces, en el tramo final, todo cambió gracias a la aparición de una hasta entonces desaparecida portería. Slavic, que había pasado por el banquillo y vuelto a la pista al no estar tampoco Patotsky acertado, bajaba la trapa en su regreso y paraba los seis últimos lanzamientos antes del descanso, permitiendo que con los dos únicos goles que hasta el tramo final, con el choque ya sentenciado, metió un este domingo más apagado David Fernández, el Ademar se fuera sólo uno abajo (17-16) a vestuarios.

El objetivo, seguir con opciones para que a un Nantes mucho más obligado le pudieran entrar los nervios, se estaba cumpliendo. Y de hecho de salida, por primera vez desde el 4-4, el Ademar llegaba a devolver las tablas (17-17) al marcador y a tener un ataque que acabó con un lanzamiento al palo de Marchán para ponerse por delante.

Sin embargo, ese acabó siendo el principio del fin, pues una exclusión de Jaime Fernández fue aprovechada por el Nantes para comenzar un parcial de 5-1 con el que volvía a coger esa máxima renta de cuatro (22-18).

El ataque, fluido toda la primera parte, se atascó tras el descanso. En defensa se echó de menos a Carou El ataque, que había sido el salvavidas del Ademar, comenzaba a atascarse, sobre todo porque la entrada bajo palos del internacional francés Dumoulin elevaba el acierto de la portería y la primera línea no encontraba el camino del gol. Y mientras Marchán o los extremos aparecieron, los leoneses aún pudieron soñar con engancharse, pero cuando el Nantes cortó esas conexiones acabó de romper el encuentro.

Lo hizo además con un hombre menos, pues ganó dos inferioridades seguidas y de hecho la segunda fue definitiva, pues supuso pasar con un parcial de 4-0 del 25-22 del minuto 46 a ponerse siete goles arriba y dejar vistos para sentencia los dos puntos.

Aunque el Ademar nunca se rindió, porque la palabra relajación no entra en el vocabulario de un equipo de Cadenas y el golaveraje puede ser decisivo, sólo sirvió para reducir de los ocho (32-24) que el Nantes llegó a tener como máxima a los seis finales.
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