Nada que celebrar

"Adiós con el corazón que con el alma no puedo…", así empieza la letra de una canción popular de despedida, que sirve para decir adiós a la disminución de más de 43 mil habitantes en los últimos 20 años en la provincia de León, ya solo quedamos 473.000 de los cuales 142.000 están jubilados o son pensionistas, más de 36.000 están en la cola del paro esperando una oportunidad laboral decente, que no va a venir de la mano de los presupuestos generales del estado, presupuestos que son la ilusión de todos los años para convertir a León en una mina de inversiones e infraestructuras que genere riqueza, empleo y fijación de población, pero este año al igual que hace 14 años nos toca la pedrea, los proyectos seguirán durmiendo en los cajones de los despachos, mientras tanto las y los pensionistas seguirán con las pensiones prácticamente congeladas, las y los parados verán cómo se reduce más la cobertura por desempleo, las y los empleados públicos seguirán perdiendo poder adquisitivo, las y los jóvenes nos seguirán abandonando en busca del dorado, las becas y los gastos en educación continuarán disminuyendo y encima cada día nos dolerá más la Sanidad.

El Gobierno de España, al igual que el Gobierno de la Junta, a León les preocupa un comino o un rábano, solo quizás cuando se acerquen las elecciones, entonces subirán algo las pensiones y visitarán la ciudad prometiendo cuantiosos proyectos, para asegurarse el granero de votos, ¿volveremos a caer en su trampa?, ¿Dónde están las y los diputados de León para decir NO a los presupuestos generales del estado?, parece que sólo un senador Carles Munet de Compromis, defiende a León con el mismo rigor e ímpetu que defiende a su tierra y es de agradecer.

Ah, por cierto, la provincia de Valladolid en los últimos 20 años ha aumentado la población en más de 33.000 habitantes, no todos somos iguales y encima querrán que celebremos Villalar.