‘Mujeres tenían que ser’

El periodista y escritor leonés Fulgencio Fernández fue entrevistado este viernes en Cope León por Beatriz González, Nuria González y Esther Peñalba, conductoras del espacio radiofónico ‘Entre nosotras’. El motivo no era otro que la reciente publicación de la segunda entrega de ‘Leonesas y pioneras’, que al igual que su predecesor, distinguido recientemente como Libro de creación 2016 dentro del Premio ‘Libro Leonés del Año’ que convoca la Diputación Provincial, forma parte de la colección de libros que edita La Nueva Crónica.

Felicitado por el premio concedido esta misma semana a ‘Leonesas y pioneras’, Fernández ha querido hacerlo extensible a La Nueva Crónica «porque es un trabajo del periódico». «Yo lo he firmado y seré quien recoja el premio, pero es un proyecto compartido con el resto de compañeros, que en muchos de los casos me han puesto sobre la pista de las historias que se narran en el libro», reconoció el periodista de Cármenes, que también destacó el apoyo del director David Rubio, «que siempre creyó en este proyecto».

Fulgencio Fernández reconoció el «inmenso placer» que para él ha significado escribir la segunda entrega de ‘Leonesas y pioneras’ y no descartó nuevas entregas porque, como dice siempre, «hay una historia en cada uno de los dos mil pueblos de la provincia de León». Si tuviera que buscar un denominador común a todas las historias que se cuentan en este segundo libro, este sería el «alma de las mujeres», que se traduce en «la generosidad y en el hecho de hacer cosas que nadie haría si no fueran ellas». Así puso el ejemplo de Amparo, que tras morir uno de sus hijos estuvo 18 años sin salir de casa, pero dedicó parte de su tiempo a la actividad escénica. «Me gusta darle la vuelta a esa expresión ‘mujeres tenían que ser’ para reconocer los méritos de todas ellas», apuntó el autor, que recordó la alegría con que su abuela acometía las duras tareas diarias, una mujer que le transmitió en todo momento ese optimismo en el que ha tratado desde entonces de seguir instalado, aunque los tiempos y las circunstancias no inviten a ello.

El autor de ‘Leonesas y pioneras’ reconoció la enorme suerte que para él ha sido el hecho de vivir entre mujeres, su abuela y su madre, y recordó una anécdota de su infancia relacionada con la Navidad y con un mago de buen corazón llamado Nando.