‘Mujer, nobleza y poder’ y ‘Mujeres de pergamino y papel’ ambas presentan la vida e historia de las mujeres a través de la documentación del Archivo Histórico de la Nobleza y el Archivo Histórico de Fundos.La exposición ‘Mujer, Nobleza y Poder’ cedida por la subdirección general de archivos estatales y producida por el Ministerio de Cultura puede verse en el semisótano del Museo Casa Botines Gaudí de manera gratuita. Pretende ser una mirada en femenino a la existencia de grandes personajes que ostentaron el poder o fueron piezas destacadas en el tablero político de su época. En ella se exhiben 58 documentos de Leonor de Guzmán, Beatriz Galindo «la Latina», Teresa Enríquez, Beatriz de Bovadilla, Juana Pimentel, viuda de Alvaro de Luna, Ana de Mendoza, princesa de Éboli o Josefa Pimentel, condesa-duquesa de Benavente, y de otras no tan conocidas como Catalina de Vargas Carvajal, condesa de Castillejo o Mariana Walstein, marquesa de Santa Cruz. Se pueden contemplar concesiones de señoríos como el Palenzuela a Leonor de Guzmán en 1331, planos como el de la capilla de Álvaro de Luna en la Catedral de Toledo sufragado por María de Luna, licencias para leer libros prohibidos a la marquesa de Tolosa en 1793, o las cartas de la Duquesa de Osuna con artistas bajo su patrocinio personal como Moratín, Haydn, Boccherini o Goya.
En el sotabanco se ha inaugurado la exposición ‘Mujeres de pergamino y papel’ producida por Fundos con los fondos documentales de su archivo. La muestra surgió al constatar que la documentación existente dentro de los Fondos ‘Archivo Condes de Luna’ y ‘Real Sociedad Económica Amigos del País de León’ está llena de personajes femeninos de gran relevancia, ya sea por su situación de poder o por su aportación al desarrollo de estructuras que protegiesen y promocionasen a las mujeres.En esta exposición se pueden contemplar documentos firmados por mujeres en los que se nos acerca a elementos tan valiosos para el control de los territorios en la Edad Media como el Infantazgo en el que las «Señoras» eran administradoras de su propio patrimonio, dominaban el arte de gobernar y eran un elemento determinante en las estructuras del poder. Además, se dedica un lugar especial a las maestras de la Real Sociedad y a las primeras Escuelas de Niñas que propiciaron el acceso a la cultura de las mujeres desde los estamentos más bajos. Y por supuesto a la consecución del Voto Femenino, gracias a la desinteresada colaboración del coleccionista privado Víctor Miguélez que ha aportado las polveras constitucionales y la primer urna del voto femenino.