Mujeres

Son cinco mujeres, y no es casualidad. El grupo de investigación de la Universidad de León que dedica sus esfuerzos al estudio de los genes relacionados con el desarrollo tumoral, está formado por Carmen, Margot, Marta, Sandra y Laura. No todas tienen el mismo peso específico en el grupo, pero el grupo es fuerte y dinámico porque todas las que lo integran suman esfuerzo y dedicación a su labor diaria. No es casualidad que todas ellas sean mujeres porque hace años que en algunos de los campos punteros de la investigación internacional los mejores equipos están compuestos en su totalidad o en su mayoría por investigadoras ya que la selección natural derivada de consecución de los mejores expedientes académicos que abren las puertas al mundo de la investigación va favoreciendo la presencia de féminas en detrimento de los hombres. El que un grupo como el que lideran Carmen y Margot sea eficiente y competitivo debiera asegurarle al grupo y a todas sus integrantes una estabilidad laboral lo que aseguraría además una renovación en la carrera académica y la llegada de nuevo profesorado altamente cualificado, preparado y dispuesto a tomar el relevo generacional de un colectivo claramente envejecido como consecuencia de las decisiones tomadas a lo largo de los últimos años por las autoridades que dirigen los destinos de la investigación nacional y que han hecho todo lo que estaba en su mano por denigrar a todas las instituciones públicas de educación superior y de investigación. Por suerte, si el rumor se convierte finalmente en noticia, los dos responsables de tal tropelía dejarán de hacernos daño a todos al ser trasladados con todos los honores, claramente inmerecidos, a instituciones supranacionales sitas en París, donde gozarán de exorbitantes remuneraciones públicas en lugar de regresar a sus ocupaciones privadas tal y como cacarean al decir que ellos tienen vida laboral y profesional más allá del servicio público en el que se enriquecen. A ambos mal viaje y larga estancia.