Muerte a la cabeza vivan los pies

Muerte al «por sus obras los conoceréis». A casi nadie le interesa ya la frase que se hizo universal, incluso entre quienes nada quieren saber con quien la pronunció, que dice Mateo que lo dijo Jesús en ‘El sermón del monte’, pero es que el mensaje era convincente y, sobre todo, una buena vara de medir. Se aceptó, como son válidas las expresiones taurino lejos de las plazas de toros y en cualquier parte entremos a matar, cambiamos de tercio o damos una larga cambiada.

Larga cambiada les han dado a los militantes de por sus obras los conoceréis, larga cambiada al triunfo en base a los hechos, larga cambiada a la militancia en base a valores, larga cambiada al reconocimiento a las gentes que construyen so obra y sus obras en silencio y paso a paso.

Ya no juega la cabeza, juegan los pies.

Triunfa estos días, nuevamente un programa de televisión en el que el gancho para los espectadores es que una madre insulta a su hija y ésta le responde con idéntica o peor moneda.

¿Qué puede buscar una cabeza sensata en ese duelo? Tienen que ser decisiones tomadas con los pies.

Lleva muchos años en la parrilla, en horario infantil, un programa en el que unas jóvenes, bellas, se pelean como perros rabiosos por un tipo que exhibe bíceps y tatuajes. Sólo pueden haberlo mirado con los pies.