Mucho que hacer en Coyanza esta Navidad

Ni olas de agua, ni de calor. Ni bañadores, ni gafas de bucear. Mejor un chocolate caliente que un refresco con hielo. Y el hielo en todo caso en invierno, que sea solo para patinar. Esta es la propuesta de este año del Ayuntamiento de Valencia de Don Juan que ha convertido su plaza Mayor en el punto de encuentro de jóvenes y mayores que se acercan a ella para divertirse con los amigos aprovechando las fechas navideñas. Su centro lo ocupa estos días, y hasta el 6 de enero, una gran pista de patinaje sobre hielo natural por la que se deslizan las risas de los más torpes y la habilidad de los más intrépidos.

La iniciativa, que lleva en marcha desde el Puente de Diciembre, ha tenido buena acogida en la zona y los usuarios ya se cuentan por miles. Ha sido esta una propuesta diferente para que la localidad sea también destino turístico más allá de su popular y concurrido verano. Pero no todo ha sido patinaje esta Navidad en Coyanza y es que su programación se ha completado con el concierto de la Orquesta Sinfónica Odón Alonso y con mucha magia, la que días atrás llegaba a sus calles con motivo del Festival Internacional León Vive la Magia.

Una visita al castillo, a los museos o a los muchos bares de la localidad para tomar un prieto picudo han sido planes complementarios para disfrutar del ambiente navideño en Valencia de Don Juan donde un año más la Asociación Leonesa de Amigos de los Belenes ha vuelto a poner su granito de arena con un muy trabajado montaje que siempre deja al público boquiabierto por los muchos detalles que se contemplan en él. Formado por 70 figuras de 20 centímetros, ocupa una superficie de 2 x 2,5 metros.

Hasta los muñecos de Playmobil han acudido a Coyanza esta Navidad para montar el Belén y representar 'La huida a Egipto''. La exposición de ambos belenes se puede visitar hasta el 6 de enero de lunes a viernes por las tardes de 18:00 a 20:00 y los sábados, domingos y festivos por las mañanas de 12:00 a 14:00 y por las tardes de 18:00 a 20:00 horas. 

Y es que visitar Coyanza en Navidad no es para otra cosa que no sea para pasarlo como niños. Volver a la tierra para descansar, para reencontrarse y para disfrutar de ella, también en invierno.