Morala, el hilo de la esperanza para la ELA

En la semana que la ELA estuvo «más fuerte» y en boca de todos, la pluma de Toño, poeta y colaborador de La Nueva Crónica de León y otros medios se «secó».

Atrás quedan años de dedicación, pasión por las letras y la comunicación. Es triste que solo en año y medio nos lo arrebataron. La ELA es una enfermedad tan dura que incluso las buenas personas como Toño sucumben.

Pero, no estéis tristes. Seguro que él, con ese último gesto que ha tenido donando su cuerpo a la ciencia y, sobre todo su valioso cerebro, nos deja un hilo de esperanza al dar la posibilidad a aquellos que la poseen de descifrar su último texto. El de la malvada enfermedad escrita en su modificado genoma. Gracias Toño por tu obra, incluso después de dejarnos demuestras tu bondad. Yo, Miguel Ángel Roldán Marín, enfermo de ELA y otros 4.000, más los que vendrán, te damos las gracias. Y ahora en tu duelo no tengo palabras para decir lo mucho que valoro el trabajo de tu familia y amigos. A tus hijas Alba y Andrea. A tu compañera de viaje en la tierra Mar os digo: «Recordad lo mucho que os quiso». Lo sé porque soy padre. Descansa en paz, compañero. Vuela alto, cuando yo llegué a la cima del Naranjo te vi a tí aún más arriba. Que la tierra te sea leve.

Miguel Ángel Roldán padece ELA, es deportista y profesor de Educación Física y tiene solo 41 años. Se prometió que no se iba a quedar quieto y que lucharía para que se investigue su enfermedad desde el momento en el que le fue diagnosticada. Su última proeza ha sido escalar el Pico Urriellu el pasado mes de mayo, una aventura de valentía y de superación.