Moléculas de tiempo

Por José Miguel López-Astilleros

21/08/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Fragmento de 'Los Caprichos', de Goya,
Fragmento de 'Los Caprichos', de Goya,
"La vida es sueño; el despertar es lo que nos mata" (Virginia Woof)

El tiempo es el sueño de los vivos. Mientras sueñan. Me dijo el centinela de la fase REM, antes de despertar el domingo por la mañana. Nada más abrir los ojos, el sobresalto de la declaración me llevó a contrastar su veracidad con el recuerdo de todo lo acaecido el día de ayer. El sabor refrescante de las cervezas después del partido de pádel con mis tres mejores amigos. La cena entre risas en un restaurante libanés con cuatro chicas de la oficina. El tacto de los pechos túrgidos y fríos de Mariola, cuando me dejó acariciarlos entre dos besos prolongados, antes de bajarme de su coche. Estaba claro que todo eso, por fortuna, no había sido un sueño. Respiré aliviado y me levanté. En el desayuno consulté los wasaps atrasados. En uno de ellos, fechado el viernes, un desconocido me informaba de que un incendio había arrasado el bosque donde había pasado mi infancia. La incapacidad de recordar aquellos árboles, las trochas que lo recorrían o la localización de sus arroyos, significaba que aquel tiempo se me había borrado. Como se me habían borrado otros sucesos de otros días, aunque no todos, según pude constatar. Como comenzaron a borrarse los labios de Mariola, arrastrando los míos hacia la nada, reflejada su ausencia en la ventana de la cocina que daba a la calle, inexplicablemente desierta a esa hora. En su lugar quedaban pequeños vacíos transparentes en mi cuerpo, aligerándolo de realidad. Lo que no olvidé fueron las palabras del guardián de la fase REM sobre le relación entre el sueño y el tiempo. Que es donde habita la memoria, concluí. Agarré el tubo de somníferos y me fui a la cama. Dispuesto a recuperar mi vida. Tras cerrar los ojos, el centinela de la I fase se me acercó y me mostró el camino de la vigilia. Dijo: Si dejas de soñar, el tiempo se acabará y tú con él. Pero para soñar no siempre es necesario dormir. Recuérdalo cuando despiertes. Esta noche. Mañana. Pasado mañana. O tal vez nunca, me susurraron las moléculas de zolpidem camino del torrente sanguíneo.


Puedes oír algunos de los cuentos ‘Cronófagos’ (Marciano Sonoro Ediciones) leídos por sus autores aquí: CRONÓFAGOS.
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