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Mociones de censura

06/06/2018
 Actualizado a 16/09/2019
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Propongo un sumario paseo por la Historia, para ver si hemos mejorado en algo. Ataulfo fue asesinado en el establo. Sigerico correría igual funesta suerte a los siete días de su reinado. Teodorico I murió en el campo de batalla venciendo a los hunos. Turismundo fue el objetivo de una conspiración encabezada por sus hermanos y Teodorico II moriría por deseo de Eurico, su hermano pequeño. Alarico muere en la batalla de Vouillé derrotado por los merovingios. Gesaleico «perdió primero el honor y después la vida», ejecutado. Amalarico, que golpeó a su mujer hasta matarla, moriría asesinado en su huida. Teudis perdonó a su asesino, pues él también había mandado asesinar a un rey. Uno por uno fueron los nobles conjurados clavando su puñal a Teudiselo en el transcurso de una cena. Agila, refugiado en Mérida, sería asesinado por los suyos, quizás a instancias de Bizancio. A Liuva II le amputaron la mano derecha y con ella perdió también el trono, igualmente, sería ejecutado. En otro banquete, le robaron la vida a Witerico, cuyo cadáver fue arrastrado por las calles de Toledo. Sisebuto y su hijo Recaredo II murieron ambos en extrañas circunstancias, probablemente envenenados. Suintilla salvó la vida al precio del destierro. Tulga murió oportunamente a causa de una enfermedad. Wamba fue narcotizado, tonsurado y vestido de monje, perdiendo con ello la corona. De la muerte de Égica nada sabemos, ni tampoco de la de su hijo Witiza. Y así terminamos con Don Rodrigo que murió en la Batalla de Guadalete, defendiendo el reino contra los invasores musulmanes, traicionado por parte de los suyos.

Así se sucedieron estos reyes del Reino Visigodo, de Tolosa primero y de Hispania después. La semana pasada vivimos un sorpresivo cambio de Gobierno en España, que a unos les gustará más y a otros menos. No mediaron puñales en el derrocamiento –no excluyo alguno metafórico– y la sucesión se llevó a cabo por medio de una votación. Aparentemente, el procedimiento supone un progreso con respecto a los siglos pretéritos. En cualquier caso, lo que de verdad me importa, es que el pueblo, nosotros, no empecemos a liarnos a guantazos por ello. Esto sí sería un avance.

Y la semana que viene hablaremos de León.
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