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Moción y elecciones

26/12/2021
 Actualizado a 26/12/2021
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El runrún comenzó allá por agosto, y en septiembre, en cada uno de los círculos políticos de la Comunidad, era un clamor con sordina. Se mascaba el adelanto de elecciones en Castilla y León, pero costaba darle crédito al chismorreo. Por otra parte, la dirección nacional del PP no acababa de otorgar el plácet a la disolución de las Cortes regionales y ello obligaba a Mañueco a mantener una prudencia estática. En cualquier caso, el ‘amo’ de la Junta debía dar con la tecla apropiada para justificar la rotura con Ciudadanos –de quien nunca se había fiado por mucha ‘fotito’, en amor y compañía, con el vicepresidente Igea– y eso le traía de cabeza.

La gota que rebosó el vaso partió del propio Igea –siempre muy parlanchín– al declarar a una televisión de ámbito local, que una segunda moción de censura contra Mañueco era posible. «Sí, se puede. Yo podría haber presentado una», dijo. Y lo argumentó con números. Y tenía razón. Solo necesitaría de trece ‘penitentes’ que no hubieran respaldado la anterior, en marzo de 2021. Y los había. No obstante, se pasó de frenada metiendo en el mismo saco a Vox. Error. Los de Abascal jamás apoyarían una iniciativa que elevase al PSOE al gobierno autonómico. Sin embargo y como aviso para despistados y flojeras, Igea dejó flotando sobre el enrarecido ambiente la bastarda alternativa. Se lo había puesto a huevo a Mañueco.

Y como el miedo es libre y aplicando a la situación el ‘por si acaso’, hace menos de quince días, Ciudadanos, el partido del tócame Roque, se echó en brazos de los socialistas en la cervantina Alcalá de Henares –una ciudad de 200.000 habitantes, no un pueblo–, algo que ya se había escenificado en Alcobendas (120.000) y Leganés (190.000). Este es el reciente currículum de la organización naranja, inmersa en un futuro desalentador por sus continuos deméritos y bandazos. Y tanto es de esta manera, que los de Inés Arrimadas andan buscando un candidato para el 13 de febrero –lo llaman de consenso–, que evite un hipotético conflicto entre Igea y la leonesa Gemma Villarroel, a quien, posiblemente, le encantaría tener una cuarta muesca en su historial. Concejala, diputada provincial, coordinadora autonómica y candidata a la presidencia de Castilla y León. Póquer.

Cosa distinta es que, en virtud de la actual situación sanitaria –se anuncia que el grueso de la sexta ola del coronavirus se desarrollará en la segunda quincena de enero– el periodo electivo no sea el más aconsejable. Aun así y como en política vale todo –igual que en la guerra– Mañueco, respaldado por el optimismo que le otorgan unos datos a favor de obra, no se lo ha pensado. Y les ha pillado a (casi) todos en paños menores. Incluido Igea. Y Tudanca.
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