Mochos sin fronteras: la ONG del Bernesga

Los amigos del mocho cumplen este domingo cuatro años limpiando las márgenes del río Bernesga a su paso por León, el primer domingo de cada mes. Este domingo acuden a su cita y para celebrar el aniversario acompañarán la recogida de basura con un avistamiento previo de aves

Fulgencio Fernández
05/05/2019
 Actualizado a 17/09/2019
Los dos ‘padres’ de la idea de Los amigos del mocho, Paco Romo y José Luis García Aparicio, que este domingo celebran cuatro años de quedadas. | MAURICIO PEÑA
Los dos ‘padres’ de la idea de Los amigos del mocho, Paco Romo y José Luis García Aparicio, que este domingo celebran cuatro años de quedadas. | MAURICIO PEÑA
Un día paseaba por la orilla del Bernesga el biólogo, miembro de la Fundación Oso Pardo entonces, José Luis García Lorenzo cuando observó que un hombre, acompañado de su perro, iba recogiendo basura por las márgenes del río. No llevaba ropa de ninguna empresa ni servicio municipal, más bien deportiva.

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Aquella entrada del blog, de mayo de 2015, llevaba un significativo título: ‘Héroes’. «Mientras muchos lanzamos dardos, con santa indignación, contra los responsables de lo mal que funcionan algunas cosas, hay otros que actúan. Aquí tenemos a esta pareja que sale un domingo por la mañana a pasear y, al ver el río lleno de porquería, sin organizarse, sin solicitar permiso, sin presentar escritos, se remangan y la retiran».Unos días después se encuentran por el centro. Se conocen. El limpiador anónimo y voluntario del río es un trabajador de la Biblioteca Pública, antiguo jugador de la Cultural, pintor: Paco Romo. «Hablamos y surge la idea de hacer una quedada mensual, el primer domingo de cada mes para que sea fácil recordarlo, haga frío o calor...».Acababa de nacer el singular grupo Amigos del Mocho que hoy mismo, primer domingo de mayo, cumple cuatro años pues la primera vez que salieron fue el día 3 de mayo de 2015: «Éramos cuatro, nosotros dos y otras dos personas».- ¿Os desalentó?- Para nada. No esperábamos otra cosa, no se trataba de concentrar mucha gente sino de poner en marcha una idea y con ella seguimos cuatro años después.Mes a mes. Invierno y verano, que tiene mucho que ver pues, como explica Paco Romo: «Cuando hace frío, somos cuatro; cuando hace calor, pues 14... pero ahí seguimos, los del mocho». La realidad es que la idea va cuajando. Ahora ya no es nada difícil que la cifra de asistentes ronde e incluso supere las veinte personas, muchos repiten, muchos se van subiendo a este carro del mocho y del orgullo íntimo que sienten cuando pasan y ven el río limpio.Romo, aquel que recorría las márgenes del río con su perro negro, limpiando, insiste en que no es nada extraordinario. «De verdad, hay mucha gente que lo hace, lo puedes ver cada día. En lo que sí me fijé yo entonces es que no bajaban a la orilla y los trabajadores municipales o de la limpieza tampoco porque eso pertenece a Confederación, habría que pedir permisos....De si piden permisos o no mejor no hablar.José Luis García, afincado ahora en Asturias por motivos laborales, regresa cada primer domingo para estar «con los del mocho» y, además, para fomentar una actividad que realizan alguno de los meses, aprovechando sus conocimientos: el avistamiento de aves en el Bernesga, algo que volverán a hacer en la quedada de esta mañana (a las 10.30 horas en el Puente de San Marcos) para celebrar que es primavera y que cumplen cuatro años limpiando las márgenes del río. Ambos factores hacen prever que será numerosa, pero no les evitará tener responder una vez más a aquello de «¿qué hacéis, quiénes sois?». - Ya estamos acostumbrados, hasta el punto que uno de los asistentes se presentó el mes pasado con un chaleco que dice Amigos del mocho, para no tener que dar explicaciones; explica José Luis García, quien señala como anécdota que han llegado a encontrarse «con gente que nos riñe porque dicen que eso lo tiene que hacer el Ayuntamiento o cosas así, pero son los menos, la mayoría nos anima, nos valora e incluso dicen que se van a sumar a la iniciativa; unos lo han hecho, a otros los esperamos, las puertas están abiertas».

Sobre la evolución de su trabajo y la situación del río Bernesga a su paso por León hay dos caras muy diferentes. En el aspecto ambiental, García Aparicio señala que «en los últimos años la mejoría es evidente; sobre todo desde que al Ayuntamiento se le pasó aquella obsesión de la etapa de Amilivia con las escolleras, la piedra limpia, y han dejado que crezca la vegetación, que el río sea vida, que la isla del Bernesga crezca, han quitado los azudes, el río es una gozada, hay nutrias, hay colonias de aves fantásticas, por eso vamos a empezar la jornada con la visita a las colonias que hay al lado del Puente de San Marcos».

La cara B, la negativa, es la de la suciedad en las márgenes del río o el propio río. «Es triste limpiarlo, regresar a los dos meses al mismo lugar y que tenga la misma basura, los mismos residuos que había». Y vienen malos tiempos pues con el calor llega la temporada de botellones. José Luis García es contundente en este aspecto: «No se puede permitir un botellón masivo el día 24 de junio y cómo queda la orilla del río; y no me refiero al botellón, en lo que no entro, hablo de cómo queda el lugar que estoy convencido de que una sociedad sana no lo puede asumir con la disculpa de que es cosa de jóvenes, algo está fallando como sociedad, como ciudad».

Con gente como ellos, los amigos del mocho, acabará cambiando.
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