A lo largo de los últimos tiempos hemos sufrido una dura pandemia que ha cortado muchas actividades culturales que se celebraban habitualmente en numerosos espacios de la ciudad. No solamente la música en directo ha sufrido la pandemia sino las exposiciones, los recitales, conferencias y otras actividades en las que se juntaban bastantes personas.
Sin embargo ha habido quien ha sabido hacer de la necesidad virtud y reconvertir las situaciones problemáticas en espacios de creatividad y es de este modo como el café Bellas Artes y el fotógrafo MOBT han programado una exposición bajo el nombre de ‘Detrás de la mascarilla’ en donde han elaborado casi cincuenta obras en tamaño A4 con los rostros de diferentes personas que han deseado compartir la actividad.
El café Bellas Artes es un centro de cultura que realizaba numerosas actividades antes de la pandemia, tales como conciertos, presentaciones de libros, microteatro, exposiciones y que con la misma tuvo que parar su programación. Una vez vueltos a una cierta normalidad retoman este aspecto cultural y ya han realizado conciertos, recitales poéticos y la performance-exposición de la que aquí hablamos.
Nuria, responsable del café Bellas Artes, se muestra ilusionada por volver a llenar su espacio de cultura y cuenta los proyectos que tiene: «En el tema de exposiciones tenemos programado hasta mayo a una cada mes, tenemos poesía, presentaciones de libros, conciertos y todos los martes una sesión de folk con Nacho y sus compañeros de Tabor que tocan instrumentos de León antiguos».
La pandemia ha significado un parón en todo ello porque su idea siempre fue llevar la cultura a este lugar como bien lo expresa ella misma: «La idea de este bar era realizar actividades culturales y todo este tiempo sin hacer nada ha sido muy duro».Marcelo nos cuenta cuál era la intención inicial a la hora de preparar la exposición que en estos momentos cuelga en las paredes del café Bellas Artes de este modo: «Estábamos bastante cansados de la mascarilla y quisimos darle la vuelta, que la gente vea que también con la mascarilla aprendemos a mirarnos , a interpretarnos a hacernos gestos con la mirada. La mascarilla nos limitaba porque no se podía ver la sonrisa en la boca y hubo que sonreír solamente con los ojos, dando más importancia a la mirada. Esa fue la intención».
El proceso fue el de convocar a las personas que lo desearan a una especie de performance en la que se sentaban frente a la cámara para ser fotografiados con la mascarilla, un proceso no demasiado largo que luego las fotografías se presentaron de una forma sencilla, sobre cartón pluma y quedaron colgadas de las paredes de la cafetería. La sensación que producen las caras al espectador es que le están mirando complacientes tras la mascarilla y es agradable para todos estar disfrutando de la bebida y las tapas mientras se contemplan estas miradas.
Como proyectos futuros Marcelo considera que la elaboración de la exposición ha sido interesante porque ha implicado a las personas que han accedido a fotografiarse y se sienten parte integrante de la exposición y desea continuar en esta línea de relación con las personas, citar a la gente y que venga para trabajar con ellos.
La exposición ‘Detrás de la mascarilla’ en el café Bellas Artes podrá contemplarse hasta el día 10 de diciembre.